Suecia devolvi¨® ayer el submarino sovi¨¦tico al jefe de la filota de la URSS en el B¨¢ltico
Una sensaci¨®n de alivio, mezclada con el sabor amargo que el incidente ha dejado, acompa?¨® ayer la partida del submarino sovi¨¦tico U-137 desde su posici¨®n en el archipi¨¦lago de KarIskrona hacia aguas internacionales del mar B¨¢ltico, donde aguardaban una decena de buques de la URSS. La operaci¨®n de remolque comenz¨® a las 8.15 horas, y a las 10.25 el sumergible cruzaba el l¨ªmite de las aguas territoriales suecas.
, La Armada sueca devolvi¨® oficialmente el submarino al almirante Alexei Kalinin, jefe de la flota sovi¨¦tica del B¨¢ltico, a trav¨¦s de un mensaje radiado. El procedimiento fue elegido porque la fuerte mar que reinaba en Karlskrona no permit¨ªa el transbordo a la fragata insignia de Kalinin de los oficiales suecos encargados de la operaci¨®n.Vendr¨¢n ahora los d¨ªas de reflexi¨®n y evaluaci¨®n del episodio, que alcanz¨® una culminaci¨®n dram¨¢tica en la tarde del jueves, cuando el primer ministro, Falldin, hizo p¨²blica la certidumbre de su Gobierno de que la nave estaba equipado con armas nucleares.
Algunas conclusiones pueden anticiparse, a las que seguramente se agregar¨¢n otras en. el correr de los d¨ªas. La primera es que, m¨¢s all¨¢ de discrepancias menores, el Gobierno sueco cont¨® durante el desarrollo de la crisis con un amplio respaldo interno. Frente a la situaci¨®n qu¨¦se viv¨ªa, todos los partidos sin excepci¨®n subordinaron cualquier conveniencia partidista al inter¨¦s nacional. Incluso en el ¨¢mbito castrense, donde por su propia ¨®ptica del asunto era m¨¢s factible que surgieran discrepancias, el respete y acatamiento a las autoridades civiles fue total.
Una segunda e importante conclusi¨®n es que el incidente no parece destinado a provocar una modificaci¨®n en la pol¨ªtica sueca de neutralidad, de trabajo por el desarme y la paz. E incluso por encontrar los cauces adecuados para plasmar el proyecto de la Europa n¨®rdica desnuclearizada, tal como se puede deducir de las manifestaciones del primer ministro, FalIdin; del canciller, Ola Ullsten, y del l¨ªder de la oposici¨®n, Olof Palme, en los momentos m¨¢s tensos de la crisis.
Todos ellos coincidieron en que el incidente hab¨ªa servido para mostrar la necesidad de trabajar en favor de aquellos postulados y poder constituir una fuerza de presi¨®n cada vez mayor sobre las grandes potencias, para detener una carrera armamentista que amenaza por igual a toda la Humanidad.
A la misma hora en que el submarino se hab¨ªa alejado de las aguas suecas, el Partido Socialdem¨®crata convoc¨® a un mitin en la tradicional plaza Sergels Torg, de Estocolmo, para "protestar por la violaci¨®n del territorio nacional por la URSS, en defensa de la neutralidad y la independencia de Suecia y a favor de la desnuclearizaci¨®n del Norte". El l¨ªder de la oposici¨®n, Olof Palme, se dirigi¨® a unas 10.000 personas en el curso de la manifestaci¨®n.
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