La escuela de cultura f¨ªsica de la RDA, una "f¨¢brica" de campeones
Se ha dicho m¨¢s de una vez que cuando un atleta sube al podio en unos Juegos Ol¨ªmpicos u otra gran competici¨®n internacional lo que se est¨¢ premiando no son s¨®lo las dotes y, esfuerzos excepcionales de un individuo concreto, sino a toda Una compleja organizaci¨®n de cient¨ªficos, t¨¦cnicos y administradores que han sabido aunar con ¨¦xito sus esfuerzos para conseguir fabricar campeones. Esto, que puede parecer a algunos una exageraci¨®n y un menosprecio a las capacidades individuales de los deportistas, se hace, sin embargo, m¨¢s evidente cuando en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana se visita la Escuela Superior Alemana de Cultura F¨ªsica de Leipzig.En dicha escuela se resumen todos los esfuerzos cient¨ªficos, t¨¦cnicos y organizativos que han hecho posible que los equipos de atletismo, nataci¨®n, esqu¨ª, remo, ciclismo y un largo etc¨¦tera de deportes de un peque?o pa¨ªs de poco m¨¢s de diecisiete millones de habitantes, no s¨®lo consigan estar entre los mejores del mundo, sino que en los dos deportes que por su car¨¢cter b¨¢sico pueden considerarse exponentes del nivel deportivo absoluto de un pa¨ªs, esto es, nataci¨®n y atletismo, han batido ya a los dos grandes colosos del mundo actual, sovi¨¦ticos y americanos.
La Escuela de Cultura F¨ªsica de Le1pzig no s¨®lo imparte ense?anza para formar profesores de Educaci¨®n F¨ªsica y Deporte, sino que, como instituci¨®n universitaria que es, realiza una labor de investigaci¨®n b¨¢sica y aplicada sobre todas las ¨¢reas del saber que conciernen al deporte. Desde la medicina deportiva hasta la biomec¨¢nica, pasando por la sicolog¨ªa o la pedagog¨ªa, todas las ¨¢reas del saber cient¨ªfico que tienen algo que aportar al rendimiento deportivo cuentan en Leipzig con equipos y laboratorios de investigaci¨®n, puestos al servicio de alumnos, profesores y deportistas de alto nivel, que all¨ª reciben sus planes de entrenamiento.
Deportista de ¨¦lite
Todo muy centralizado, como corresponde a un pa¨ªs de econom¨ªa planificada. Y todo muy politizado, como corresponde a una sociedad de partido ¨²nico, que, en opini¨®n de su clase dirigente, se encuentra en el camino de lograr el ideal social de la humanidad, el comunismo. De ah¨ª que en la Escuela de Cultura F¨ªsica, y con el fin de que los profesores, alumnos y deportistas tengan "claras posiciones pol¨ªticas que permitan engrandecer la patria socialista y lograr el triunfo de la clase obrera", el programa de estudios, para obtener el grado equivalente a la licenciatura, contenga trescientas horas de la asignatura denominada "fundamentos del marxismo-leninismo".
Pero como es f¨¢cil suponer, no s¨®lo se imparten lecciones de teor¨ªa marxista en la Escuela de Cultura F¨ªsica de Leipzig. Una diversidad de materias, tales como fundamentos matem¨¢tico-cibern¨¦ticos, biomec¨¢nica, psicolog¨ªa y pedagog¨ªa deportivas, teor¨ªa y metodolog¨ªa generales del entrenamiento, son tratados en Leipzig con una rigurosidad y una disponibilidad de medios que a m¨ª, como profesor de la universidad espa?ola, me sorprendieron profundamente, acostumbrado como estoy a la penuria de medios de nuestra universidad, y no digamos de Instituto Nacional de Educaci¨®n F¨ªsica y Deportes (INEF).
En un pa¨ªs en el que los aparatos de televisi¨®n, sobre todo los de color, son aparatos de lujo al alcance de pocas familias, las salas donde se imparten las clases en la Escuela de Cultura F¨ªsica de Leipzig se encuentran dotadas con numerosos monitores de televisi¨®n, en los que los alumnos y deportistas pueden ver, y estudiar, las filmaciones de competiciones y t¨¦cnicas deportivas, realizadas con ilustraciones biomec¨¢nicas que facilitan enormemente su estudio y an¨¢lisis. Algo que podr¨ªa parecer poco menos que ficci¨®n cient¨ªfica a los sufridos alumnos de nuestro INEF.
Y para impartir tales ense?anzas y realizar el amblcioso programa de investigaciones deportivas se?alado, la Escuela de Cultura F¨ªsica de Leipzig cuenta con 450 profesores universitarios y cient¨ªficos de alto nivel y un n¨²mero a¨²n mayor de t¨¦cnicos, entrenadores y ayudantes. Seg¨²n me inform¨® el rector de la escuela, el personal docente, t¨¦cnico e investigador que all¨ª trabaja supera el millar de personas, y, todo ello para una poblaci¨®n estudiantil que, entre alumi ios directos y por correspondencia, navitos y for¨¢neos, oscila alrededor de los 4.000 estudiantes. Se puede hablar, pues, de una relaci¨®n profesor-alumno de uno a cuatro. Creo que este dato por s¨ª mismo ofrece una idea clara de la cantidad de recursos que el Estado socialista alem¨¢n dedica al deporte.
La investigaci¨®n que se realiza en este centro no s¨®lo va dirigida a la formaci¨®n de entrenadores y de profesores, sino que forma la base de los planes de entrenamiento que siguen los deportistas de ¨¦lite. De esta forma, la eficiencia de la planificaci¨®n centralizada de la ciencia y t¨¦cnicas deportivas alcanza su m¨¢xima expresi¨®n, ya que desde Leipzig se controla, dirige y protege toda la actividad deportiva de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, desde la que realizan sus equipos ol¨ªmpicos a la que despliegan los j¨®venes escolares que participan en las espartaquiadas, competiciones de base, pasando por el deporte popular.
En suma, que aun reconociendo la imposibilidad de reproducir un modelo propio de una sociedad socialista en otra sociedad capitalista como la espanola, no se puede por menos que desear que algunos de los aspectos de la organizaci¨®n deportiva que se pueden ver en Leipzig pudieran ser estudiados en nuestro pa¨ªs.
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