La URSS posee m¨¢s sumergibles que las tres principales potencias occidentales juntas
Refiri¨¦ndose recientemente a ellos, el presidente franc¨¦s, el socialista Fran?ois Mitterrand, declar¨®: "Francia dispone de este arma, que es, quiz¨¢, el elemento principal de su estrategia militarde disuasi¨®n. No para hacer la guerra, sino para que no haya guerra"La disuasi¨®n, como la coexistencia pac¨ªfica, est¨¢ basada en el convencimiento general de que ning¨²n pa¨ªs saldr¨¢ ganador de un eventual enfrentamiento nuclear de que todos ser¨¢n arrasados.
En el caso de los submarinos estrat¨¦gicos, su ¨²nica misi¨®n es estar en condiciones de propinar al adversario un golpe mortal, aun despu¨¦s de que ¨¦ste haya destruido el pa¨ªs de bandera de los sumergibles.
"El submarino nuclear lanzador de misiles representa la casi certidumbre de poder asestar un segundo golpe", es decir, la seguridad de que cualquier agresor ser¨¢ destruido, escrib¨ªa recientemente el experto franc¨¦s Jean Schmitt.
La revoluci¨®n lleg¨® con el submarino at¨®mico, que purifica su aire, fabrica agua dulce y, mantiene una temperatura constante.
El ejemplo de "Le Tonnant"
Le Tonnant -con sus 1.35 hombres (promedio de edad, veinticinco a?os), sus v¨ªveres y sus bombas- cost¨® 4.000 millones de francos franceses, unos 680 millones de d¨®lares. ,
Le Tonnant puede, a varios kil¨®metros de distancia, identificar la potencia y el tonelaje de un nav¨ªo, as¨ª como determinar su nacionalidad.
Por su parte, los sovi¨¦ticos y norteamericanos est¨¢n construyendo submarinos de 1.8.000 y 20.000 toneladas, que pueden sumergirse hasta ochocientos metros y transportan veinticuatro misiles con un alcance de hasta 7.500 kil¨®metros que pueden ser disparados sin necesidad de emerger.
La autonom¨ªa de un sub es casi ilimitada. El n¨²cleo del motor at¨®mico puede durar siete a?os sin recargarlo: s¨®lo el hambre o una crisis de nervios de su tripulaci¨®n podr¨ªa obligarle a salir a la superficie. En una ocasi¨®n -s¨®lo una se conoce- hubo que hacerlo debido a una operaci¨®n de apendicitis... al m¨¦dico de a bordo.
Un submarino at¨®mico posee una central at¨®mica y 29.000 instrumentos, detectores y ordenadores, que regulan la vida del enorme cet¨¢ceo met¨¢lico. Se trata de un monstruo silencioso, cuyos aparatos detectan todos los ruidos: los del oleaje y las corrientes marinas, los de los grandes peces, los nav¨ªos, los aviones.
Si un sub desapareciera bruscamente, la investigaci¨®n sobre las causas ser¨ªa muy complicada: ?fue atacado? ?se accident¨®? Puede resultar imposible saberlo.
Y tambi¨¦n encontrarlo: un sub no tiene objetivos, s¨®lo un ¨¢rea geogr¨¢fica extensa que recorrer -el Mediterr¨¢neo, el Ind¨ªco, el Atl¨¢ntico sur- y unas ¨®rdenes de ataque secretas que s¨®lo el capit¨¢n puede obtener de la memoria del ordenador o mediante una orden en clave que le es enviada inesperadamente. El capit¨¢n dirige, bajo su sola responsabilidad, la navegaci¨®n: ordena el rumbo a seguir, decide qu¨¦ hacer ante cualquier hecho intempestivo.
El submarino nunca transmite. S¨®lo capta mensajes, se?ales. Si debe atacar, ascender¨¢ a treinta o cuarenta metros bajo el nivel del agua y disparar¨¢, uno a uno, con intervalos de un minuto, sus misiles at¨®micos.
La tripulaci¨®n no sabe nunca a d¨®nde se dirige, ni si har¨¢ escala, ni cu¨¢ndo regresar¨¢ a casa. Los hombres tienen un r¨¦gimen de trabajo estricto y varias horas libres, en las cuales pueden ver televisi¨®n (video), cine, hacen trabajos manuales (bricolage). Los hombres reciben noticias de sus familias, siempre breves.
Sin embargo, dice el almirante franc¨¦s Jacques Pieri, la vida del submarino depende de centenares de hombres que no est¨¢n en ¨¦l, que le env¨ªan informaciones en clave desde barcos de superficie, desde aviones o desde tierra. "No son 135 hombres los que trabajan para Le Tonnant, sino un millar por lo menos".
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