Aguafuertes y litograf¨ªas de Luis S¨¢ez

Luis S¨¢ez (Burgos, 1925), que expone en la galer¨ªa T¨®rculo (Claudio Coello, 17, Madrid) una serie de aguafuertes y litograf¨ªas, es uno de esos pintores espa?oles que les toc¨® vivir en su juventud la dif¨ªcil situaci¨®n de posguerra y, contra viento y marea, renovaron por completo el anacr¨®nico panorama pl¨¢stico espa?ol de aquel entonces. Como la gran mayor¨ªa de ellos, Luis S¨¢ez se dio a conocer en los a?os cincuenta y lleg¨® a alcanzar una cierta proyecci¨®n internacional en la d¨¦cada siguiente, sobre todo en la Rep¨²blica Federal de Alemania e Italia, en cuya Bienal de Venecia estuvo representando a nuestro pa¨ªs en 1968. Luis S¨¢ez ha participado en otras prestigiosas muestras internacionales y ha obtenido premios importantes, cuya relaci¨®n, sin embargo, no resulta aqu¨ª imprescindible, pues es desde hace a?os una figura bien conocida de nuestro arte.La exposici¨®n que presenta ahora en T¨®rculo, la primera que realiza en Madrid tras su muestra individual en las salas de la Direcci¨®n General de Bellas Artes, durante el a?o 1977, consta de veintid¨®s grabados, de los cuales veinte son aguafuertes y dos litograf¨ªas.

Respecto a ¨¦stos, cabe decir sint¨¦ticamente, al margen del refinamiento t¨¦cnico con que est¨¢n dotados, que prolongan la dimensi¨®n on¨ªrica, surreal, de sus ¨²ltimas pinturas y que, como ellas, mezclan los elementos misteriosos de enso?aci¨®n con otros extra¨ªdos muy directamente de la realidad. Se opera de esta manera una s¨ªntesis muy rica entre esa tendencia de expresionismo abstracto anterior, que pon¨ªa de manifiesto la soltura pict¨®rica y la riqueza imaginativa de Luis S¨¢ez, y una posterior b¨²squeda de lo concreto, que halla en los fragmentos figurativos una mayor resonancia dram¨¢tica. De manera que, dentro de una l¨ªnea muy personal, el arte actual de L. S¨¢ez est¨¢ entre el universo po¨¦tico y misterioso de, por ejemplo, Lucio Mu?oz o Enrique Gran y esa inquietante surrealidad de Jos¨¦ Hern¨¢ndez. Esta exposici¨®n de obra gr¨¢fica nos sirve, en todo caso, para calibrar la madurez t¨¦cnica y espiritual de este gran pintor burgal¨¦s.