La C¨¢mara de Representantes aprob¨® la fabricaci¨®n de misiles MX y bombarderos B-1 mientras Reagan hablaba de desarme
Las reacciones extremadamente positivas, seg¨²n el portavoz de la Casa Blanca, a la propuesta lanzada por el presidente Ronald Reagan para un desarme nuclear en Europa, con la reducci¨®n simult¨¢nea de misiles sovi¨¦ticos y norteamericanos, son la t¨®nica general que destacan la Prensa y los medios pol¨ªticos norteamericanos.
La iron¨ªa de la historia quiso que mientras el presidente hablaba el mi¨¦rcoles de sus cuatro puntos para un desarme entre sovi¨¦ticos y norteamericanos (en un despliegue informativo sin precedentes con audiencia directa de unos doscientos millones de telespectadores, en cuarenta pa¨ªses), la C¨¢mara de Representantes del Congreso estadounidense aprobaba el presupuesto solicitado por la Casa Blanca para la fabricaci¨®n de los nuevos misiles intercontinentales MX y los superbombarderos B-1 que deber¨¢n sustituir, a partir de 1987, a los actuales B-52."Es esencial para Am¨¦rica mantenerse en una posici¨®n de fuerza para negociar la paz", dijo Caspar Weinberger, secretario de Defensa.
Los estrategas diplom¨¢ticos y militares centran ahora su atenci¨®n en la entrevista del pr¨®ximo domingo, en Bonn, entre el canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Helinut Schmidt, y el presidente de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Le¨®nidas Breznev.
Ser¨¢ al t¨¦rmino de la reuni¨®n germano-sovi¨¦tica en la capital federal alemana cuando Washington podr¨¢ calibrar, con mayor exactitud, la reacci¨®n de Mosc¨² al discurso de Reagan, calificado hasta ahora por los sovi¨¦ticos de propaganda norteamericana, frente a las conversaciones para el establecimiento de un control de armas nucleares en Europa, que sovi¨¦ticos y norteamericanos preparan para finales de mes, en Ginebra.
Eugene Rostow, director de la agencia norteamericana para el control de armamentos, consider¨® que Estados Unidos negociar¨¢ con buenas bazas el pr¨®ximo 30 de noviembre en Ginebra. El discurso de Reagan da un giro total a la postura norteamericana, a la imagen belicista de Reagan, llegando a la ciudad helv¨¦tica con una aureola casi de pacifista, a pesar de que sovi¨¦ticos y l¨ªderes de movimientos antinucleares europeos critiquen de demagogo al discurso-programa de Reagan.
Discurso hist¨®rico
De hist¨®rico, sincero, capital, calificaron senadores y d¨ªputados, tanto republicanos como dem¨®cratas, la alocuci¨®n del presidente Reagan. "Una propuesta hist¨®rica", dijo Howard Baker, l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado. "Capital para todos y tranquilizador para los pueblos de Europa y del mundo, al demostrar que Estados Unidos est¨¢ dispuesto a continuar en su estrategia de paz y estabilidad en sus relaciones con los sovi¨¦ticos", coment¨® el senador republicano Charles Percy, presidente del Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado.
"Enhorabuena por el inter¨¦s del presidente Reagan en el control de armamento", dijo el senador dem¨®crata Edward Kennedy, momentos despu¨¦s de criticar virulentamente el programa econ¨®mico y social de Reagan ante el congreso de los sindicatos norteamericanos AFL-CIO.
Los editoriales de los grandes diarios norteamericanos son tambi¨¦n de apoyo total al presidente. "Un guardi¨¢n sobrio, no un cowboy", titula The New York Times, calificando el discurso de "sobria apreciaci¨®n de las realidades internacionales". Para el The Washington Post, el discurso de Reagan, considerado como "el primero en pol¨ªtica exterior", supone un serio esfuerzo para contribuir a la estabilidad de las relaciones con la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Reagan recoge su triunfo ante los l¨ªderes pol¨ªticos europeos y la opini¨®n norteamericana preparando una semana de descanso en su rancho El Cielo, en California, aprovechando la festividad del D¨ªa de Acci¨®n de Gracias, el jueves de la pr¨®xima semana.
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