Proceso de renovaci¨®n en la DC italiana
La Asamblea Nacional de la Democracia Cristiana italiana (DC) comenz¨® ayer sus trabajos en Roma, en un momento en que el partido de la mayor¨ªa relativa atraviesa una profunda crisis. El tema m¨¢s importante de esta reuni¨®n es el de la renovaci¨®n del partido. La asamblea estuvo precedida, la noche anterior, por un encuentro celebrado entre el secretario nacional de la DC, Flaminio Piecoli, y el l¨ªder del Partido Comunista italiano (PCI), Enrico Berlinguer, sobre la reforma constitucional italiana.La Asamblea Nacional democristiana, que durar¨¢ hasta el lunes pr¨®ximo, plantear¨¢ la refundaci¨®n del primer partido de Italia, que est¨¢ viviendo una de las peores crisis de su historia. La principal novedad de este congreso es la presencia de doscientos delegados llamados externos. Se trata de personalidades del mundo del trabajo, de la cultura y de las organizaciones cat¨®licas que, sin tener la tarjeta del partido, se inspiran en ¨¦l y amenazan con la creaci¨®n de un nuevo partido cat¨®lico si la DC no se renueva a fondo.
La asamblea nacional fue inaugurada por el presidente del partido, Arnaldo Forlani, quien dijo: "Hay que reaccionar. No podemos quedarnos anclados en viejos modelos de organizaci¨®n del partido cuando los problemas nuevos empujan con fuerza. Debemos crear un gran partido popular que dialogue permanentemente con las fuerzas sociales, culturales y cat¨®licas".
El encuentro entre Piccoli y Berlinguer estuvo centrado en la discusi¨®n de la propuesta de una "gran reforma constitucional". Ambos dirigentes estuvieron acompa?ados por cinco miembros de la direcci¨®n de sus respectivos partidos. La reuni¨®n, que se celebr¨® a puerta cerrada, dur¨® tres horas y en ella participaron tambi¨¦n cinco miembros de la direcci¨®n de los dos partidos.
El encuentro acab¨® sin acuerdo. La delegaci¨®n del PCI fue tajante. Un no sin matices a la propuesta de Amintore Fanfani, presidente del Senado, para que se cree una comisi¨®n parlamentaria que prepare una reforma a fondo de la Constituci¨®n, y otro no rotundo a participar en el proceso reformador de las instituciones que protagonizan democristianos y socialistas.
Berlinguer dijo a Piccoli que las instituciones italianas no podr¨¢n funcionar mientras quede fuera del Gobierno una fuerza democr¨¢tica como la del Partido Comunista, que recoge los votos de la tercera parte del electorado del pa¨ªs.
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