?Golpe blando en Espa?a?
La amenaza militar se confirma en Espa?a. El manifiesto que cien oficiales y suboficiales en act¨ªvo acaban de publicar en favor de los golpistas del 23 de febrero es el ¨²ltimo elemento, y no forzosamente el m¨¢s grave, de un compl¨® ya permanente contra las instituciones democr¨¢ticas.?Qu¨¦ piden los firmantes de ese texto? Sin decirlo expresamente, deseawque se proclame la inocencia de los conspiradores que deben ser normalmente juzgados ante un consejo de guerra en febrero pr¨®ximo. Por otra parte, exigen que el poder civil no intervenga m¨¢s en el funcionamiento del Ej¨¦rcito. Sus reivindicaciones son tanto m¨¢s perturbadoras al coincidir con las peticiones que habr¨ªan formulado, hace un mes, los capitanes generales del pa¨ªs (jefes de las regiones militares) en el transcurso de una reuni¨®n con el Rey. Ninguna informaci¨®n oficial fue dada, y con raz¨®n, sobre esta reuni¨®n, celebrada el 4 de noviembre ( ... ).
Ese d¨ªa, los principales responsables del Ej¨¦rcito habr¨ªan dicho a don Juan Carlos que una condena de los golpistas tendr¨ªa graves consecuencias en los cuarteles. Habr¨ªan tambi¨¦n pedido que los nombramientos y destinos de los oficiales escapen a la autoridad gubernamental, para obedecer a la ¨²nica l¨®gica militar, que la elecci¨®n de los ministros de Defensa y de Interior sea sometida a su aprobaci¨®n, y que la Constituci¨®n sea revisada para frenar las autonom¨ªas regionales.
Se tratar¨ªa de reivindicaciones m¨ªnimas que, en caso de no ser satisfechas, abrir¨ªan la v¨ªa a otras, mucho m¨¢s radicales, de los j¨®venes oficiales (.. .),
Los espa?oles tienen una expresi¨®n para designar lo que se est¨¢ tramando tras los bastidores del r¨¦gimen. Hablan de golpe blando, es decir, de un golpe realizado con dulzura. ?Por qu¨¦ ocupar las Cortes, secuestrar un Gobierno democr¨¢ticamente elegido y sacar los tanques a la calle, si el Ej¨¦rcito puede obtener lo que desea por una presi¨®n continua sobre el poder civil?
Las decisiones que este poder adopte en los meses pr¨®ximos mostrar¨¢n la eficacia de semejante escenario. Esto no excluye el recurso a la fuerza: se usa la amenaza para el caso de que el r¨¦gimen no acepte dar al Ej¨¦rcito el campo de acci¨®n que recla m¨ªa y las garant¨ªas indispensables de preservar la unidad de la naci¨®n. Que lleguen a formar un proyecto semejante, cuando los atentados han disminuido notablemente en el Pa¨ªs Vasco, y cuando la paz social nunca fue tan evidente en el conjunto del pa¨ªs, revela la incomprensi¨®n de los jefes militares y la fragilidad de la democracia m¨¢s all¨¢ de los Pirineos.
7 de diciembre
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