Sajarov
Millares de espa?oles soltaron, sin duda, la carcajada el pasado viernes cuando, en el debate de La clave, el director de Pravda asegur¨® muy serio que Andrei Sajarov no estaba en realidad haciendo una huelga de hambre, sino una dieta de adelgazamiento. Victor Grigorievich Afanasiev se equivocaba simplemente de pa¨ªs. Cre¨ªa hablar ante la televisi¨®n rusa y hablaba en la espa?ola. Ignoraba probablemente que los espa?oles tenernos una cierta experiencia a la hora de medir el cinismo de las dictaduras y que, al mismo tiempo, las grietas informativas abiertas en su patria sovi¨¦tica permiten hoy a los occidentales entrever al menos dramas tan tremendos como el que acaba de vivir el premio Nobel de la Paz.Hoy resultar¨ªa interesante que el director de Pravda explicara c¨®mo y por qu¨¦ la URSS ha cedido ante tan inofensiva dieta adelgazante. Pero afortunadamente ¨¦sta es una historia demasiado clara y hermosa como para que precisemos las explicaciones del se?or Afanasiev.
Verdaderamente, este combate de "David-Sajarov" contra "Goliat-Breznev" es casi una hermosa f¨¢bula para explicar a los nietos lo bella que es la libertad y lo dif¨ªcil que resulta all¨ªdonde se ha implantado una dictadura. (...)
La f¨¢bula ser¨ªa hermosa si no fuera tan dram¨¢tica. Porque, desgraciadamente, no es cierto que un hombre valiente sea. todopoderoso. Lo ha sido en este caso. Lo es muy pocas veces. Tan pocas veces como despierta en serio la solidaridad del mundo. En este caso hemos sabido que la "dieta de adelgazamiento" era algo muy distinto. En todos los dem¨¢s, los luchadores pasar ¨¢n a engrosar las cl¨ªnicas psiqui¨¢tricas de Mosc¨² o los campos de Siberia.
10 de diciembre
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