Reivindicaci¨®n del barroco en el homenaje de la Academia a Calder¨®n de la Barca
Intervinieron Pedro Sainz Rodr¨ªguez y Rafael Lapesa
La Real Academia de la Lengua celebr¨® el pasado domingo junta p¨²blica con ocasi¨®n del tercer centenario del dramaturgo Pedro Calder¨®n de la Barca, que se cumple este a?o. En su intervenci¨®n, el pol¨ªtico e historiador Pedro Sainz Rodr¨ªguez record¨® el homenaje realizado por esta misma instituci¨®n en 1881 y reflexion¨® sobre el barroco. El fil¨®logo Rafael Lapesa, que cerr¨® el acto, hizo una defensa de la obra La vida es sue?o, afirmando la vigencia de su mensaje.Sainz Rodr¨ªguez, que habl¨¦ en primer lugar por haber ingresado en la Academia m¨¢s recientemente que Lapesa, comenz¨® definiendo a Calder¨®n como ?s¨ªmbolo de perfecci¨®n, siempre discutido?. Luego se refiri¨® a la conmemoraci¨®n del segundo centenario, en uno de cuyos actos se produjo el c¨¦lebre brindis de Marcelino Men¨¦ndez y Pelayo, en el parque del Retiro, ?por la religi¨®n cat¨®lica, apost¨®lica y romana, por Espa?a y por los municipios y catedr¨¢ticos espa?oles?.
Dijo que, en aquel momento, el ambiente era propicio para recuperar a Calder¨®n, dado el auge que adquirieron los temas religiosos una vez terminadas las guerras carlistas. Luego, el acad¨¦mico hizo un estudio de las diferentes actitudes de la cr¨ªtica literaria hacia el dramaturgo, recordando el ¨¦xito que tuvo en su ¨¦poca y el posterior rechazo de los pol¨ªticos de la Ilustraci¨®n, que?quisieron limpiar a las gentes priv¨¢ndoles de toda la cultura anterior?, hasta llegar a la prohibici¨®n de los autos sacramentales. Con la llegada del romanticismo, Calder¨®n es le¨ªdo y admirado en Francia y Alemania, lo que, junto a la presencia y persistencia de valores e ideas medievales en el romanticismo espa?ol, hace posible la valoraci¨®n de la obra del autor de El Gran Teatro del Mundo.
Sainz Rodr¨ªguez se refiri¨® a este centenario afirmando que la tendencia del teatro moderno de poner la escena en contacto con el p¨²blico ten¨ªa mucho que ver con el inter¨¦s por Calder¨®n. Tambi¨¦n aludi¨® a la renovada vigencia del barroco, y dijo que ?la crisis de Calder¨®n est¨¢ estrechamente vinculada a la de la est¨¦tica del barroco, que s¨®lo ahora est¨¢ empezando a conocerse porque durante mucho tiempo fue considerado una degeneraci¨®n en el arte y como una enfermedad en la literatura?.
El drama teol¨®gico
Tras afirmar que Calder¨®n de la Barca ?pudo fijar el drama teol¨®gico, adornando con fantas¨ªa lo teol¨®gico y lo filos¨®fico?, Pedro Sainz Rodr¨ªguez termin¨® citando la defensa de Tirso de Molina hecha por Calder¨®n ante el rey, diciendo que este ejemplo de sana competencia deb¨ªa tenerse presente ?en la Academia y en el ambiente de la literatura actual?.Rafael Lapesa abri¨® su discurso advirtiendo que, a causa del orden de ingreso en la instituci¨®n, ?beber¨¦is el vino flojo antes de haber saboreado el generoso, como en las bodas de Cana¨¢?. Despu¨¦s dijo que se limitar¨ªa a hablar de la obra La vida es sue?o, y refiri¨® las acusaciones lanzadas contra esta pieza por Men¨¦ndez y Pelayo, quien la atac¨® por los cambios de actitud del personaje central, Segismundo, la duplicidad de la acci¨®n y la falta de entidad de la hero¨ªna Rosaura, a quien el profesor Lapesa prefiri¨® llamar deuteragonista.
Opin¨® que ?los recursos calderonianos eran los id¨®neos para el p¨²blico de la ¨¦poca? y, frente a los juicios de Men¨¦ndez y Pelayo, elogi¨® el arte de Calder¨®n para mostrar la lucha interior de Segismundo. Dijo que la obra respira ?la magnanimidad human¨ªstica del cristianismo esencial? y se?al¨® que s¨ª La vida es sue?o es un s¨ªmbolo de la vida humana es gracias a la plenitud vital de los personajes.
Luego traz¨® el paralelismo entre Segismundo y el Andrenio de El critic¨®n, de Baltasar Graci¨¢n, apuntando una posterior divergencia entre ambos personajes ?ya que el Andrenio y el Critic¨®n de Graci¨¢n quedan estereotipados como s¨ªmbolos, mientras Segismundo y Rosaura tienen vida propia, son hombres concretos?.
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