El "gordo" cay¨® en Cartagena por primera vez, para repartir s¨®lo la cuarta parte de su importe
"Los trabajadores de Enpetrol llevamos 25 a?os jugando el 23786; ya era hora de que nos llegaran los millones", dijo ayer a EL PAIS Jos¨¦ Serrano Larrosa, el hombre que reparti¨® 750 millones del gordo entre m¨¢s de 40 familias de trabajadores de la Empresa Nacional de Petr¨®leos, en el valle de Escombreras, a unos siete kil¨®metros de Cartagena. A mediod¨ªa de ayer, la plaza principal del poblado herv¨ªa de gente. Serrano, un t¨¦cnico manual de la unidad de lubricantes, que gana mensualmente 75.000 pesetas, reconoce que le han tocado 60 millones de pesetas. El ha sido el encargado, siguiendo la tradici¨®n de la empresa, de comprar los d¨¦cimos del n¨²mero al que estaban abonados en la loter¨ªa n¨²mero siete de Cartagena. "Me enter¨¦ de que nos hab¨ªa ca¨ªdo cuando estaba repartiendo a domicilio naranjas y vino de mi propia cosecha. Porque yo me ayudo de un huerto que tengo en mi pueblo natal, Beniel, en la huerta murciana. Me encontraba en la barriada Jos¨¦ Mar¨ªa Lapuerta, en las afueras de la ciudad, cuando cantaron mi n¨²mero. No me lo cre¨ªa. Mi mujer a¨²n sigue llorando".
Los vecinos cuentan, sin embargo, que Serrano se ha llevado m¨¢s de cien millones del gordo, pero que no quiere contarlo. Otro tanto le pasa al carnicero de Enpetrol: le cuesta reconocer los 25 millones que le han ca¨ªdo en suerte. Despu¨¦s de mucho insistir se echa a re¨ªr nervioso ante las c¨¢maras y hace votos por la salud de toda su familia. A las tres de la tarde, Jos¨¦ Morales S¨¢nchez sigue cortando despojos de carne. "Hay que seguir trabajando; no vamos a dejar a los vecinos sin comer porque hoy sea fiesta...". Su hermana Agustina, la lechera de la barriada, tiene otra participaci¨®n de 25 millones.La llegada de Manuel y Vicente, hermanos de Jos¨¦ Serrano, produce el momento m¨¢s emotivo de la ma?ana. Ambos tienen participaciones de 20 millones de pesetas cada uno. El abrazo y los bailes que se dan entre los tres hace correr l¨¢grimas de emoci¨®n y nerviosismo. Manuel es encargado de un matadero de aves en Beniel, el pueblo natal de los hermanos Serrano, y dice que ha estado a punto de estrellarse con el coche -tan nervloso ven¨ªa por el camino-, esperando comprobar s¨ª el n¨²mero que ten¨ªa era efectivamente el del gordo.
La que no para de llorar, encerrada en su casa, es Maria Antonia, de 33 a?os, mujer de Jos¨¦ Caparr¨®s, empleado en el laboratorio de Enpetrol, que tiene una participaci¨®n de 25 millones de pesetas.
Sin embargo, las personas m¨¢s modestas, con participaciones "peque?as", como es el caso de Mar¨ªa Donate, 34 a?os y cinco hijos, son las que se muestran m¨¢s contentas y desinhibidas. "Me voy a comprar una casa en la playa", exclam¨® esta mujer, que tuvo que ser sostenida. entre varias personas cuando lleg¨® a la puerta del local de la loter¨ªa n¨²mero siete de Cartagena.
La administraci¨®n que ha dado el gordo en Cartagena se encuentra en pleno centro de la ciudad, en la plaza Puertas de Murcia, a pocos metros del edificio m¨¢s importante, la capitan¨ªa general de Marina. Poco antes de las dos de la tarde se desmaya un hombre en plena calle, con varios d¨¦cimos en la mano. Es otro de los agraciados. El nerviosismo a la puerta de Mar¨ªa Teresa de Murcia Carlos, la due?a, contin¨²a hasta casi las cuatro de la tarde, en que se despejan los grupos de personas que han permanecido toda la ma?ana all¨ª. Cada uno va a celebrar su suerte como puede. El comerciante Francisco Checa, due?o de varios establecimientos de confecci¨®n, se re¨²ne con sus amigos en un cercano pub para tornar un cochinillo. Celebra los 75 millones de pesetas que le han tocado. Junto con Serrano, el lotero de la Enpetrol, Checa es hasta ahora el que mayor pico ha cogido.
Los ¨²nicos que ayer se manten¨ªan tranquilos, dentro de la eufor¨ªa general, son Mar¨ªa Teresa, de Murcia; su hija Luisa Mar¨ªa y la empleada Mar¨ªa del Carmen Ruiz Guti¨¦rrez. "Este n¨²mero lo venimos recibiendo fijo desde 1910, a?o en que se creo esta administraci¨®n para mi padre. Esta vez s¨®lo pedimos once series del 23786, porque prefer¨ªamos variar un poco, ofrecer n¨²meros nuevos. Pero nos ha dado la suerte, porque es la primera vez que damos el gordo de Navidad. En total hemos repartido 2.819.700.000 pesetas". De esta cifra total, 2.750 millones corresponden al n¨²mero premiado con el gordo. Otros 16 millones, a la centena del n¨²mero 23781, tambi¨¦n repartido por la administraci¨®n de Cartagena. Igualmente, la administraci¨®n n¨²mero siete de esta ciudad reparti¨® el n¨²mero 19577, al que corresponde el tercer premio, con 1.200.000 pesetas. Una serie completa del n¨²mero 53986, al que le han ca¨ªdo seis millones de pesetas, as¨ª como los n¨²meros anterior y posterior al gordo, tambi¨¦n repartidos por el mismo local, completan la lluvia de millones que ha distribuido Mar¨ªa Teresa, de Murcia.
La due?a de la administraci¨®n n¨²mero siete de Cartagena reconoce que sus compradores habituales pertenecen en su mayor¨ªa a la clase media. "Muchos son gente acomodada, pero aqu¨ª viene de todo". Esta puede ser la explicaci¨®n de que no se haya acercado hasta el local ning¨²n premiado significativo. Los ¨²nicos que ayer hac¨ªan p¨²blica su alegr¨ªa eran los trabajadores de lo que en Cartagena se conoce como la refiner¨ªa.
Curiosamente, en la terminaci¨®n del gordo premiado en Cartagena, es decir, el n¨²mero 86, es conocido popularmente, por los ciegos que vocean los d¨¦cimos por las calles, como "el n¨²mero de la mierda". A prop¨®sito de esta casualidad, los empleados de Enpetrol proclamaban "que hay que ver qu¨¦ buen olor tiene este n¨²mero".
Quienes tambi¨¦n estaban ayer de enhorabuena eran los procesionistas cartageneros. En total se calcula que son alrededor de 53 millones de pesetas los que se han llevado las dos cofrad¨ªas m¨¢s importantes. La pe?a del Paso de San Juan y la de el Paso del Prendimiento, ambas de la cofrad¨ªa de los californios, re¨²nen 48 millones. A su rival, la cofrad¨ªa de los marrajos, le ha correspondido cinco millones, a trav¨¦s de los amigos del Paso de la Agon¨ªa.
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