Caro Baroja cede a la Diputaci¨®n Foral de Navarra una colecci¨®n de grabados del siglo XIX recopilada por su t¨ªo P¨ªo Baroja
Ayer se cumpli¨® el 109 aniversario del nacimiento del novelista
El 109 aniversario del nacimiento del novelista P¨ªo Baroja, que se conmemor¨® ayer, ha coincidido con un gesto del sobrino del escritor, el historiador Julio Caro Baroja, que ha entregado en dep¨®sito a la Diputaci¨®n Foral de Navarra la extraordinaria colecci¨®n de grabados del siglo XIX que a lo largo de los a?os fue almacenando su t¨ªo, fundamentalmente en su caser¨ªo Itzea, en Vera de Bidasoa (Guip¨²zcoa). La cesi¨®n de esta importante documentaci¨®n coincide con el inter¨¦s que muestra Caro Baroja por hacer acopio de todo el material de archivo que se halla disperso en aquella zona, y cuya recopilaci¨®n es necesaria tanto para el mundo de la investigaci¨®n como para la identificaci¨®n de la identidad del pasado de un pueblo.
La colecci¨®n de grabados del siglo XIX cedida por Julio Caro Baroja a la Diputaci¨®n Foral de Navarra en dep¨®sito ser¨¢ instalada en una sala del Museo de Navarra, que se va a acondicionar para este fin. En opini¨®n del historiador Caro Baroja, la colecci¨®n tiene un indudable valor, que debe ser aprovechado de forma primordial para efectos pedag¨®gicos.En catorce carpetas que Caro Baroja tiene ordenadas en un mueble del desv¨¢n del caser¨ªo Itzea, en Vera de Bidasoa, los grabados que coleccion¨® su t¨ªo el escritor P¨ªo Baroja esperan que llegue el momento de ser trasladados a Pamplona. Algunos seguir¨¢n en Itzea, porque est¨¢n enmarcados y colgados de las paredes de este caser¨®n. La colecci¨®n abarca temas y personajes desde 1789 hasta la guerra civil espa?ola: paisajes, tipos y costumbres, retratos de pol¨ªticos y personajes, arte, literatura, etc¨¦tera?.
?P¨ªo Baroja ten¨ªa mucha afici¨®n a las estampas y grabados?, se?ala a EL PAIS Caro Baroja, ?y cuando empez¨® a escribir Las memorias de un hombre de acci¨®n quiso reunir una documentaci¨®n completa. En aquella ¨¦poca, a principios de este siglo, en los muelles del Sena, en Par¨ªs, hab¨ªa un comercio fabuloso de estampas que pod¨ªan comprarse por precios asequibles. De esta forma, sin gastarse una gran cantidad de dinero, mi t¨ªo se hizo con una buena colecci¨®n. Despu¨¦s, en Madrid, en las librer¨ªas de viejo, complet¨® la colecci¨®n con temas espa?oles. De ¨¦pocas m¨¢s recientes yo he comprado algo. Pero ahora es casi imposible encontrar esos grabados. Por eso, la colecci¨®n tiene un valor muy considerable?.
Seg¨²n la Diputaci¨®n Foral de Navarra, la colecci¨®n de P¨ªo Baroja es una de las m¨¢s importantes del mundo sobre el siglo XIX, pero Caro Baroja entiende que la Diputaci¨®n exager¨® la nota al referirse al tema. ?Hombre?, asegura el sobrino del escritor, ?tienen un valor art¨ªstico evidente. Los grabados antes de que apareciese la fotograf¨ªa adquirieron un gran valor, y no cabe duda de que en la colecci¨®n del t¨ªo hay grabados y litograf¨ªas muy interesantes. Pero se trata de una colecci¨®n personal que fue recopilada para servir de documentaci¨®n a la hora de escribir los veinte tomos de Las memorias de un hombre de acci¨®n. Lo ideal ser¨ªa que este material instalado en el Museo de Navarra sirviera para dar una clase de historia del siglo XIX, de tal modo que los alumnos se familiarizasen con los personajes y las situaciones. Por eso, los grabados deben exponerse con claridad, sin amontonarse?.
Rodeado de libros
Julio Caro Baroja vive en Itzea rodeado de libros. La biblioteca que dej¨® su t¨ªo -9.000 vol¨²menes- ha pasado a 30.000 con las aportaciones de Caro Baroja. ?En esta casa no ha habido sucesiones de divisi¨®n: mis t¨ªos no ten¨ªan hijos, y yo, tampoco?, dice Caro Baroja. Por eso, todo lo que hay en esta casa no se ha disuelto. El problema es el futuro, porque, de un lado, Itzea es un patrimonio, y de otro, una carga?.Caro Baroja piensa que en Navarra existen patrimonios culturales que sus propietarios no quieren dar a conocer por diversos motivos; uno de ellos, la presi¨®n fiscal. ?Es necesario que se conozca lo que hay de patrimonio privado, porque hay gente que no quiere dar a conocer lo que tiene, qu¨¦ s¨¦ yo, por miedo a la presi¨®n fiscal. Por eso, si hubiera una pol¨ªtica m¨¢s flexible en este campo, la cosa podr¨ªa cambiar. En Navarra se han perdido patrimonios importantes por diversas razones, y esto debe cambiar. Se hace necesaria una pol¨ªtica de instrucci¨®n; que alguien les diga: si ten¨¦is esto o lo otro, no lo malbarat¨¦is, y no teng¨¢is miedo de que vengan a clasificarlo. Para eso es necesaria una pol¨ªtica flexible?.
El patrimonio acumulado en Itzea es considerable, pero Caro Baroja no sabe qu¨¦ suceder¨¢ en el futuro con este caser¨®n, comprado por su t¨ªo en 1912. ?Mi familia ha sido de clase media con afici¨®n. Y por esa ley de acumulaci¨®n se han reunido aqu¨ª una cantidad de cosas muy considerables. Ahora, el que va a tener que plantar cara a esto es mi hermano. No s¨¦ qu¨¦ futuro le espera a esta casa?.
En los ¨²ltimos a?os, Julio Caro Baroja ha manifestado su opini¨®n para que se construyera en Vera de Bidasoa una escuela de artes y oficios, pero ha sido predicar en el desierto. El historiador matiza que ?la pol¨ªtica cultural que hay que llevar a cabo en Espa?a es construir escuelas de artes y oficios. Hay que dar a la gente la posibilidad de elegir un oficio para que se creen manufacturas. As¨ª no suceder¨¢ como en Vera de Bidasoa, que es una zona de mucho tr¨¢nsito para el turismo en donde se venden en las tiendas panderetas, que son productos que no tienen nada que ver con esta zona. Hay que crear manufacturas m¨¢s originales y valiosas que esas panderetas. Las artes y, los oficios no envejecen; las industrias, s¨ª. Esta podr¨ªa ser una obra que podr¨ªan hacer desde Pamplona. En Pamplona hay una escuela de artes y oficios que es de las mejores de Espa?a, pero no est¨¢ prestigiada?.
Para Caro Baroja, cuya vida se divide entre Vera de Bidasoa y Madrid, ?en Navarra todav¨ªa hay debe y haber?. En Guip¨²zcoa y Vizcaya s¨®lo hay debe, son unas provincias sin nada. ?En Navarra todav¨ªa hay, aunque no s¨¦ por cu¨¢nto tiempo?.
Babelia
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