Refrito de t¨®picos
Para competir con las dem¨¢s cinematograflas, a los norteamericanos no les queda m¨¢s remedio que tratar de aplastar con el ¨²nico medio que les es exclusivo: el dinero. Realizando pel¨ªculas brillantes y costosas, en las que importe m¨¢s el decorado, los efectos especiales y el tama?o de la pantalla que lo que ¨¦sta cuenta, creen que pueden mantener fija la atenci¨®n de sus incondicionales.Tomando como referencia Los locos de Cannon Ball, en la que a los inevitables saltos mortales de los coches de carreras se a?ade la composici¨®n de un reparto tan famoso como malo, la suerte de este tipo de pel¨ªculas puede cambiar de ra¨ªz.
Es una historia tan vulgar como conocida ya en otras pel¨ªculas similares, con la diferencia de que en t¨ªtulos como La carrera de la muerte del a?o 2000, por ejemplo, se propon¨ªa un juego m¨¢s original, m¨¢s imaginativo. Los locos de Cannon Ball, sin embargo, no pasa de repetir la f¨®rmula de historias paralelas -los corredores en una competici¨®n clandestina que deben infringir las leyes de limitaci¨®n de velocidad- que se alternan gratuitamente sin una intensidad dram¨¢tica suficiente ni l¨®gica, sin m¨¢s ingenio que el de unos cuantos chistes propios de cualquier caricato mediocre, sin m¨¢s fin que el de deslizar propaganda subliminal de cigarrillos y ruedas de coches, como si nos encontr¨¢ramos ante los cotidianos spots televisivos.
DIEGO GALAN
Los locos de Cannon Ball.Director: Hal Needham. Gui¨®n: Brock Yates. M¨²sica: Al Capps. Int¨¦rpretes: Burt Reynolds, Roger Moore, Farrah Fawcett, Dom de Luise, Dean Martin, Sammy Davis Jr. Norteamericana, 1980. Aventuras. Locales de estreno: Gran V¨ªa, Salamanca y Bulevar.
Los trucos de coches voladores, golpe tazos sensacionales o incendios aparatosos no enlican la longitud de la pel¨ªcula ni son tan atractivos ni tan numerosos: como nos descuidemos los veremos en cualquier pel¨ªcula americana, como era antes inevitable la historia de amor y el consabido beso final. Aqu¨ª no existe ese beso, pero s¨ª la historia, porque la acci¨®n, enga?osamente, versa tambi¨¦n sobre un amor¨ªo casual, sin m¨¢s pies ni cabeza que los que han querido los guionistas.
Babelia
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