Catalu?a y los no catalanes
Do?a Francisca Garc¨ªa Montero (EL PAIS, 16 de diciembre de 1981) es v¨ªctima, sin duda por ignorancia, del enga?o reflejado por el benigno rostro del se?or Pujol, principal responsable de la pol¨ªtica de la Catalu?a de hoy para, ma?ana. La Catalu?a que, salida pujante del franquismo (al igual que Euskadi), se impulsa en la actual democracia para lograr la gran Catalu?a o Palisos Catalans, proyectados para su real asentamiento a veinte a?os vista, despu¨¦s de haber logrado la absoluta catalan¨ªdad de nuestros hijos en sus escuelas y universidades, compradas a UCD por la macrominor¨ªa catalana en el Congreso de estepa¨ªs, que, enga?¨¢ndonos a todos, redact¨® una Constituci¨®n para las nacionalidades: catalana-castellanavasca-gallega (no hay caf¨¦ para m¨¢s) en este pa¨ªs ex Espa?a.Habla do?a Francisca de palabras llenas de concordia, de admiraci¨®n y de amor dedicadas por el se?or Pujol para las distintas regiones de Espa?a (?), pero la realidad es muy otra: que lea, si no, las palabras de don Carlos Garc¨ªa Guerra desde la misma Barcelona (Cambio 16, 21 de febrero de 1981), quej¨¢ndose con amargura de esta pol¨ªtica imperialista-fascista-racista claramente explicada por Heribert Barrera, presidente del Parlamento catal¨¢n, diciendo: "Para Heribert Barrera hay dos clases de catalanes: los de origen catal¨¢n y los forasteros". A estos segundos se les paga y basta. Aqu¨ª se les ha pagado por su trabajo, y ni ellos deben nada a Catalu?a ni Catalu?a les debe nada a ellos. Es decir, que para Barrera somos una mercanc¨ªa. ?Qu¨¦ triste es todo esto! /
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