Los traductores s¨ª saben ingl¨¦s

Quiero salir al paso de las atrevidas afirmaciones que vierte un ignoto redactor o colaborador de ese diario en torno al trabajo de los traductores.Los profesionales de. la traducci¨®n y quienes, no si¨¦ndolo, hayan le¨ªdo el osado art¨ªculo de E. H. T. habr¨¢n comprendido de inmediato por qu¨¦ E. H. T. se cuid¨® muy bien de que no se supiese su nombre completo, y es que ¨¦l/ella no ignoraba que, evidentemente, su art¨ªculo estaba plagado de medias verdades y audaces silogismos, formalmente correctos, pero falsos en sus conclusiones.

Y es que E. H. T., en el s¨²mmum de la audacia, resolvi¨® decir en su art¨ªculo (que public¨® este diario el pasado d¨ªa 26 de noviembre) que: "Los traductores no saben ingl¨¦s..." (cito textualmente).

Yo, por fortuna, no soy adicto a la televisi¨®n y no s¨¦ si realmente son ciertas las acusaciones concretas que usted hace; pero s¨ª s¨¦ que, adem¨¢s de reconocerle el derecho a criticar -para eso somos dem¨®cratas- lo que est¨¦ mal hecho, independientemente de qui¨¦n haya sido el autor, est¨¢ muy mal visto arremeter contra la totalidad de una profesi¨®n, por cierto muy digna, por el mero hecho de que alguien haya hecho una mala traducci¨®n.

Traductores, como periodistas, los hay muy buenos, excelentes, buenos, aceptables, regulares y malos -am¨¦n de muy malos-.

En algo estoy de acuerdo con usted, ?al¨¦grese!, y es en que "convendr¨ªa que la versi¨®n castellana estuviera realizada por profesionales". Y en eso estamos, en lograr que las traducciones, no s¨®lo las de Televisi¨®n, sino todas, las reali-

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