Ma?ana se concede el 38? Premio Eugenio Nadal de novela
Tambi¨¦n ser¨¢n concedidos los premios JosepPla y Apel.les Mestres para libros catalanes e infantiles
Ma?ana, d¨ªa de Reyes, por la noche, se fallar¨¢ en el hotel Ritz de Barcelona el Premio Nadal de novela correspondiente a 1981.Concurren a ¨¦l 151 novelas, de ellas 42 procedentes de Madrid y 32 de Barcelona. Se fallar¨¢ tambi¨¦n el Premio Josep Pla para libros en catal¨¢n, sean novelas, ensayos, relatos o memorias. Se han presentado a ¨¦l diecinueve in¨¦ditos. Fuentes de la Editorial Destino, organizadora del premio, hablan de alta calidad en la mayor¨ªa de los manuscritos presentados.
Hace unos d¨ªas, Josep Verg¨¦s, propietario y director de la Editorial Destino, anunci¨® que este Nadal ser¨¢ el ¨²ltimo que se premia con la cantidad de 200.000 pesetas, cifra considerada muy baja para un certamen de esta solera, y anunci¨® que la dotaci¨®n para las pr¨®ximas convocatorias ascender¨¢ a un mill¨®n de pesetas.Este anunci¨® del director de Destino es parte de una serie de iniciativas de Destino para reactivar la capacidad de convocatoria del Nadal entre los escritores de habla espa?ola, que hab¨ªa descendido ostensiblemente durante los ¨²ltimos a?os, e incluso durantre las dos ¨²ltimas d¨¦cadas.
En efecto, el Nadal est¨¢ indisolublemente asociado, pese a haber tenido ya 38 ediciones ininterrumpidas, a su trayectoria durante las quince primeras ediciones, entre 1944 y 1959, a?os en los que jug¨® un importante papel dentro de la novela espa?ola de posguerra y, sobre todo, entre los miembros de la llamada generaci¨®n realista.
Son muchos los de esta generaci¨®n dados a conocer a trav¨¦s del Nadal, como Carmen Laforet, Miguel Delibes, Jos¨¦ Mar¨ªa Gironella, Jos¨¦ Su¨¢rez-Carre?o, Dolores Medio, Rafael S¨¢nchez -Ferlosio, Carmen Mart¨ªn Gaite y Ana Mar¨ªa Matute, entre otros. Durante estos a?os, el Nadal, siempre dotado con escasa remuneraci¨®n, mantuvo no obstante intacto su prestigio, por lo que su llamada a los escritores noveles de entonces tuvo aut¨¦ntica condici¨®n competitiva.
A partir de 1960, sin embargo, el Nadal comienza, poco a poco, a desprenderse de sus or¨ªgenes y tomar nuevos rumbos, que acabaron con el axioma de ?nuevo Nadal-nuevo escritor?- acu?ado por un comentarista literario de entonces. Varios de los premiados en los a?os sesenta han desaparecido casi por completo de la n¨®mina de escritores en activo o todo lo m¨¢s ocupan en ella un lugar de escasa relevancia.
Hay que llegar a 1968 para que en el Nadal se produzca un nuevo cambio de rumbo, consistente en la incorporaci¨®n a ¨¦l de escritores consagrados o ya suficientemente conocidos por obras precedentes. Tal es el caso del Nadal de 1968, concedido a Alvaro Cunqueiro por Un hombre que se parec¨ªa a Orestes.
Pese a que la inclusi¨®n de nombres conocidos ha dado alguna vitalidad a la trayectoria del Nadal, ¨¦sta ha sido pasajera y en ning¨²n caso ha conseguido devolverle su aureola inicial. El Nadal sigue asoci¨¢ndose a su consagraci¨®n de grandes t¨ªtulos de los a?os cuarenta y cincuenta, como Nada, de Carmen Laforet; Un hombre, de Gironella; La sombra del cipr¨¦s es alargada, de Delibes; Las ¨²ltimas horas, de Su¨¢rez Carre?o; Nosotros, los Rivero, de Dolores Medio; Primera memoria, de Ana Mar¨ªa Matute; Entre visillos, de Mart¨ªn Gaite, y, sobre todo, El Jarama, de Rafael S¨¢nchez Ferlosio, uno de los grandes libros en castellano de este siglo.
Con el anuncio de la ampliaci¨®n a un mill¨®n de pesetas del Nadal, ¨¦ste, sin entrar en el juego de los grandes reclamos millonarios y fabricantes de best sellers, parece iniciar uno de sus varios nuevos rumbos, que coincide con el llamamiento de Destino para la primera convocatoria del Premio Apel.les Mestres para literatura ilustrada.
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