Se ultima el cese del director del Icona

La Direcci¨®n General del Icona est¨¢ a punto de cambiar de titular. En estos d¨ªas se especula con el cese de Jos¨¦ Lara, el mejor director que han tenido los cazadores. Fue el impulsor de los cotos y monter¨ªas sociales y el primero en proteger la caza. La adopci¨®n de ciertas medidas resultaron impopulares en algunos sectores, como la veda del urogallo y avutarda, especies en peligro de extinci¨®n, o el anticipo de la veda, con motivo de la sequ¨ªa, para salvaguardar el futuro de las especies menores.La gesti¨®n de Lara, que no es cazador ni pescador, al frente de un organismo de la Administraci¨®n siempre ha respondido a intereses comunes. Las medidas adoptadas nunca fueron pol¨ªticas. Sus mayores logros fueron en la caza; en materia de pesca tambi¨¦n introdujo novedades, como la unificaci¨®n. de la temporada de la trucha. Lleg¨® a la Direcci¨®n General del Icona a trav¨¦s de la Jefatura Provincial de Toledo y de la Subdirecci¨®n de Recursos Naturales Renovables.

El primer objetivo de Jos¨¦ Lara fue la socializaci¨®n de la caza. Logr¨® acotar terrenos, algunos excelentes, en los que los cazadores tuvieron acceso a trav¨¦s de sorteos. La demanda fue impresionante porque no resultaba dif¨ªcil lograr el cupo -36 piezas entre seis cazadores- por unas 3.000 pesetas. Pese a que el mantenimiento de estos cotos no era rentable porque cada perdiz ven¨ªa a suponer un coste de 1.000 pesetas al Icona, siempre se mantuvieron los precios porque Lara entend¨ªa que hab¨ªa que dar caza, y a bajo precio, a los cazadores modestos.

Despu¨¦s vinieron las monter¨ªas sociales. Tambi¨¦n por 3.000 pesetas se posibilitaba a los cazadores el cobrar piezas, venados generalmente, que nunca estaban a su alcance porque las monter¨ªas se convirtieron hace a?os en negocio para las organizaciones cineg¨¦ticas.

A esta oferta de caza que ofreci¨® sobrevinieron tambi¨¦n restricciones en especies que estaban seriamente amenazadas. El urogallo y la avutarda quedaron protegidos al especularse sobre su posible extinci¨®n si segu¨ªan siendo objeto de caza. De esta manera se ha logrado mantener la poblaci¨®n de mil urogallos y 12.000 avutardas, a la espera de su aumento.