Arthur Penn: "La violencia de nuestros d¨ªas no tiene l¨ªderes"
El director de "Bonnie and Clyde" promociona en Madrid su ¨²ltima pel¨ªcula
Haciendo un recorrido por toda Europa, el director norteamericano Arthur Penn ha visitado Madrid. Promociona su ¨²ltima pel¨ªcula, Cuatro amigos, que en Espa?a corre el riesgo de ser rebautizada como Giorgia, nombre de la protagonista femenina, alrededor de la cual viven tres ¨ªntimos amigos. El desarrollo de sus vidas, desde la ilusi¨®n de la adolescencia al fracaso de la madurez, forma el n¨²cleo central del trabajo de Arthur Penn, uno de los pocos directores de aquel pa¨ªs que no ha perdido el sentido de la imagen, la valoraci¨®n de los actores, la importancia de la estructura dram¨¢tica del gui¨®n.
En ese sentido, Cuatro amigos es una lecci¨®n. Como habitual es tambi¨¦n en otras: pel¨ªculas del autor -El milagro de Ana Sullivan, Bonnie y Clyde, La jaur¨ªa humana, Peque?o gran hombre- la an¨¦cdota de sus personajes tiene una relaci¨®n directa con los acontecimientos pol¨ªticos de cada momento.Estaba preocupado Penn con el resultado de Cuatro amigos. Lejos est¨¢n ya los personajes de Bonnie y Clyde como prototipos de una generaci¨®n rebelde. La decepci¨®n que, al parecer, sufre la juventud actual no promete convertir esta pel¨ªcula en un nuevo s¨ªmbolo. La violencia de nuestros d¨ªas no tiene l¨ªderes.
?Ha habido?, nos dice, ?una transformaci¨®n importante en la vida de mi pa¨ªs y en la de todos los pa¨ªses. Nos han infantilizado, nos han impedido pensar seriamente en lo que nos ocurre. Nixon y Carter propusieron, entre tras cosas, un cine para ni?os, que es el que ahora realizan muchos de los j¨®venes directores. Durante ese tiempo, sin embargo, se estaban produciendo acontecimientos de gran importancia. La ausencia de politizaci¨®n de los personajes de Cuatro amigos tiene mucho que ver con eso, aunque hay que decir que tambi¨¦n durante la ¨¦poca de mayor conciencia pol¨ªtica hab¨ªa grandes sectores del pa¨ªs que se encontraban marginados de esa preocupaci¨®n. Sobre ellos trata mi pel¨ªcula. Contar su historia de amor es acercar su situaci¨®n, creo yo, a la realidad?.
?Son, evidentemente, unos perdedores. No creo que pueda decirse lo mismo de Bonnie y Clyde, aunque encontraran la muerte. La muerte no es siempre una derrota. Ellos entend¨ªan su rebeli¨®n de una forma peculiar, pero se rebelaban al fin y al cabo. Los personajes de Cuatro amigos tienen matices distintos, se enfrentan a cuestiones que se en tienden ya de otra manera. Es consecuencia de los cambios sociales que hemos sufrido. Probablemente dentro de poco deba hacer una pel¨ªcula que no se parezca a ¨¦sta. Est¨¢n volviendo a transformarse las posturas?, dice el autor de La jaur¨ªa humana.
Es Arthur Penn un hombre de sesenta a?os, bajito, t¨ªmido, afable, al que resulta dificil imaginar detr¨¢s de la c¨¢mara de una pel¨ªcula tan compleja, rica y sugestiva como ¨¦sta. La producci¨®n de Cuatro amigos rebasa con mucho las posibilidades econ¨®micas del cine europeo.
?Sin embargo?, nos aclara, ?ha costado muy poco dinero. No tiene el presupuesto de las pel¨ªculas populares de este momento, como En busca del arca perdida o Superm¨¢n, por ejemplo. En Estados Unidos puede tambi¨¦n rodarse pel¨ªculas con poco dinero, destinadas, en principio, a un p¨²blico concreto. Las superproducciones de Hollywood tienen que amortizarse en su distribuci¨®n en todo el mundo; otras, como la m¨ªa, por el contrario, -se bastan con un ¨¦xito local. De ah¨ª que puedan hacerse, sin necesidad de exigir una comprensi¨®n minuciosa por ciudadanos de pa¨ªses opuestos. El cine que se hace con criterios multinacionales es al que me refer¨ª antes, cuando dije que nos hab¨ªan intentado infantilizar. Se crey¨® en un momento que s¨®lo ese tipo de producciones pod¨ªan ser posibles. Se rebajaron sus contenidos, se hicieron comics. Pero hay otras posturas posibles: un cine que se empe?e en narrar la vida y llegue a conectar con todo el mundo?.
De hecho, aunque tenga lagunas discutibles, Cuatro amigos, precisamente por esa sinceridad, tiene una capacidad de comunicaci¨®n que.parec¨ªa alejada, en t¨¦rminos serios, del actual cine de consumo de Hollywood.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.