Berlinguer propone la b¨²squeda de la "tercera fase" del socialismo

Enrico Berlinguer, secretario general del Partido Comunista Italiano (PCI), ha vuelto a condenar el "modelo sovi¨¦tico" de socialismo, y ha propuesto como estrategia pol¨ªtica de su partido para un futuro inmediato la b¨²squeda de lo que el llama la "tercera fase". Es una nueva f¨®rmula que sustituye a la antigua de "tercera v¨ªa". Berlinguer explica que se trata de una nueva fase hist¨®rica.Seg¨²n el secretario del PCI, el socialismo est¨¢ entrando en un nuevo cap¨ªtulo de su historia.

Superado ya el modelo sovi¨¦tico por una serie de motivos diversos entre los que Beolinguer cita los l¨ªmites impuestos a los derechos de la libertad, la falta de participaci¨®n, los fen¨®menos de despolitizaci¨®n de la gente, el alejamiento de las masas, el centralismo, el burocratismo, el monolitismo y el dogmatismo; superado tambi¨¦n el modelo capitalista, que no responde a las exigencias de las nuevas sociedades, por lo que se impone, afirma el secretario del PCI, una fase nueva.

No es la socialdemocracia, que seg¨²n Berlinguer tampoco ha sido capaz de dar una respuesta adecuada a lo que piden los pueblos nuevos.

?Cu¨¢l es, pues, esta tercera fase? El l¨ªder comunista no presenta f¨®rmulas. Dice claramente que se trata de una b¨²squeda. Pero ofrece los elementos que ser¨¢ necesario conjugar para que surja esta nueva f¨®rmula de socialismo.

Los enumera as¨ª: programa y mercado, consumos colectivos e individuales, marginados intelectuales, desocupados, calidad de la vida, tecnolog¨ªa avanzada.

Con estos elementos, dice Berlinguer, debe nacer un socialismo capaz de asegurar y armonizar las exigencias de socializaci¨®n y de democracia.

El secretario comunista italiano se ha referido tambi¨¦n a la crisis mundial, y ha dicho que los modelos capitalistas se van agotando lo mismo que los socialistas de cu?o sovi¨¦tico.

Agreg¨® que esto crea tensiones muy graves, mientras hay en el mundo cada vez m¨¢s necesidad de socialismo nuevo. En esta clave ha situado el problema de la superaci¨®n de los bloques y en este cap¨ªtulo insisti¨® sobre la importancia de reforzar el papel de Europa. Su partido est¨¢ dispuesto y preparado, afirma, para librar esta batalla.

De esta forma, quienes esperaban que Enrico Berlinguer, ante las cr¨ªticas abiertas formuladas por un l¨ªder de su partido tan prestigioso como Armando Cossutta, dirigente del ala filosovi¨¦tica del partido, pudiera haber echado marcha atr¨¢s en sus censuras a la URSS, se ha quedado desilusionado.

Los socialistas, por su parte, han respondido pregunt¨¢ndose con iron¨ªa si ser¨¢ posible que Berlinguer se haya hecho "socialista", mientras el escritor radical Leonardo Sciascia, con no menos iron¨ªa, escribi¨® ayer que "ha desaparecido en Italia el partido comunista" porque un partido que confiesa que no puede hacer la revoluci¨®n, afirma Sciascia, ya no puede llamarse comunista. No existe.

Se trata de paradojas que quiz¨¢ explican mejor que ninguna otra cosa el salto tan profundo que est¨¢ dado el mayor partido comunista de Occidente.