Electricidad y taqu¨ªgrafos
MIENTRAS EL Consejo de Ministros aprobaba ayer la subida de tarifas el¨¦ctricas (el 12,6% de media), Pedro L¨®pez Jim¨¦nez, presidente hasta hoy de la Empresa Nacional de Eletricidad (ENDESA), declaraba ante un grupo de periodistas que los beneficios distribuibles. de esta empresa p¨²blica en 1981 es previsible que superen los 8.574 millones de pesetas del a?o anterior.Al margen de la insensibilidad pol¨ªtica que muestra el Gobierno al aprobar en una misma sesi¨®n el incremento del salario m¨ªnimo en un 11 % y una superior subida de 1 as tarifas el¨¦ctricas, sorprende una vez m¨¢s el oscurantismo de las empresas que nos alumbran a la hora de justificar los motivos del alza y de la propia Junta Superior de Precios, que se resiste a hacer p¨²blicos sus informes.
Cada subida de tarifas pone de manifiesto la falta de claridad informativa y resucita la vieja pol¨¦mica sobre la financiaci¨®n de las inversiones a trav¨¦s de esta escalada que tradicionalmente califican de infundada los empresarios el¨¦ctricos. Desde luego, existe la creencia, bastante generalizada, de que mediante los precios de la luz los consumidores estamos financiando la gran expansi¨®n de la energ¨ªa nuclear, incluyendo las p¨¦rdidas de Lem¨®niz ocasionadas por el retraso en su puesta en marcha.
Algunos especialistas del sector apuntan ya la posibilidad de que estemos incluso financiando ahora con nuestros recibos de la luz lo que dentro de unos a?os puede convertirse en un fuerte exceso de capacidad de producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica, debido al comportamiento del consumo y su tendencia a la baja a medio plazo, mientras crecen nuestras instalaciones nucleares y t¨¦rmicas para sustituir al petr¨®leo. La sequ¨ªa no ha podido ser utilizada oficialmente como excusa para la subida de tarifas, ya que, si bien ocasiona mayor utilizaci¨®n de fuel, en cada revisi¨®n se toma como muestra un supuesto a?o hidr¨¢ulico medio. De ah¨ª que durante 1978 y 1979, que fueron a?os de grandes lluvias, no se aplicara ning¨²n coeficiente hidr¨¢ulico para rebajar el precio de la luz. Los precios del petr¨®leo tampoco son excusa en un a?o en que se han mantenido cuando menos estables o ligeramente a la baja.
La supuesta cr¨ªtica situaci¨®n de la cuenta de resultados de las empresas el¨¦ctricas se pone tambi¨¦n en cuesti¨®n a la luz de los enormes beneficios de una ellas, como ENDESA, que es un term¨®metro del sector p¨²blico en el privado. S¨®lo queda como justificaci¨®n una raqu¨ªtica estruct¨²ra financiera y una pol¨ªtica miope de orde?ar desmesuradamente las vacas gordas sin prever la llegada de las flacas. Con escasos -recursos propios, nuestras empresas el¨¦ctricas tienen que recurrir cada a?o, cada semestre y a veces cada trimestre a subidas de tarifas que a menudo coinciden con el reparto del dividendo complementario de julio o, como ahora, del. dividendo a cuenta de primeros de a?o.
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