El juicio de Los Alfaques concluy¨® sin el testimonio de altos cargos de Enpetrol

A primeras horas de la tarde de ayer concluy¨® el juicio oral contra los procesados por el grave accidente de Los Alfaques, causante de 215 muertos y 67 heridos de diversa consideraci¨®n. Aunque las pruebas practicadas en el juicio han sido exhaustivas, la ausencia de altos directivos de Enpetrol ha impedido debatir en profundidad las ¨²ltimas responsabilidades de la factor¨ªa. Podr¨ªan producirse otros procesamientos si el tribunal dictaminara en su sentencia deducir testimonio al juzgado instructor sobre hechos nuevos conocidos durante el juicio.

La vista oral de Los Alfaques, desarrollada en la Audiencia Provincial de Tarragona durante seis largas sesiones, ha puesto de manifiesto graves deficiencias en materia de seguridad por parte de Enpetrol y Cisternas Reunidas. La pol¨¦mica sobre el concepto de seguridad integrada, as¨ª como las atribuciones de los dos t¨¦cnicos de Enpetrol procesados constituyeron el tercer eje del debate.Sobre estos tres puntos se han pronunciado cada una de las partes en sus extensos informes a la sala. Antes que la calificaci¨®n del delito de imprudencia imputado por los acusadores, la discusi¨®n ha venido centr¨¢ndose en la atribuci¨®n de responsabilidades rec¨ªprocas entre las dos empresas.

El informe del ministerio p¨²blico calific¨® como causa desencadenante del accidente la sobrecarga de la cisterna. Argument¨® las deficiencias del tractor como concausas que intervinieron en el hecho. De estas primeras consideraciones dedujo el fiscal la responsabilidad solicitada para el director de Enpetrol -tres a?os de prisi¨®n-, as¨ª como, en menor grado, la pena correspondiente a los directivos de Cisternas Reunidas. Pidi¨® para estos ¨²ltimos dos a?os de c¨¢rcel. En cuanto a la discutida responsabilizaci¨®n de los t¨¦cnicos de seguridad, el informe fiscal se?al¨® que ?no advirtieron los peligros de la sobrecarga?, reclamando para ellos dos a?os de privaci¨®n de libertad. El operador que llen¨® la cisterna incurri¨®, seg¨²n el informante, en un delito de imprudencia con la pena m¨ªnima prevista, por ?no prestar atenci¨®n suficiente al suministrar el propileno?.

Por su parte, Rafael Nadal, ejercitando la acci¨®n popular, se refiri¨® en su informe a la importancia que para la Administraci¨®n de justicia representa la acusaci¨®n popular. Nadal afirm¨® que esta acci¨®n se ejerce por primera vez en Tarragona, as¨ª como en Espa?a, en nombre de un partido pol¨ªtico. El acusador agradeci¨® al juzgado instructor la m¨ªnima fianza exigida en este caso para el ejercicio de la acci¨®n. De muy graves calific¨® Nadal las responsabilidades de Enpetrol como empresa p¨²blica, refiri¨¦ndose tambi¨¦n a la preocupaci¨®n que para Tarragona representan las grandes industrias petroqu¨ªmicas. El acusador popular solicit¨® altas penas de ocho a?os para el director de la factor¨ªa y los dos ejecutivos de Cisternas Reunidas. Pidi¨®, por el contrario, la absoluci¨®n de los otros procesados, considerando que no hab¨ªan intervenido en los hechos.

Por ¨²ltimo, el representante del PSC-PSOE critic¨® duramente la conducta de la Administraci¨®n en los hechos de Los Alfaques. Apunt¨®, en este sentido, la inasistencia del delegado de Industria de Tarragona al lugar del accidente. Seg¨²n un documento que obra en el sumario, el delegado de Industria no acudi¨® a Los Alfaques por indicaci¨®n del gobernador civil de Tarragona.

Informes de la defensa

Marcial Fern¨¢ndez, representante de Cisternas Reunidas, inform¨® sobre la inexistencia de relaci¨®n de causalidad entre el accidente y las conductas personales de sus representados. La reparaci¨®n del da?o, seg¨²n este defensor, no entrar¨ªa en la esfera estrictamente penal, siendo rechazable, a su criterio, la tendencia de penalizar resultados en lugar de conductas.

Las defensas del director de Enpetrol y del empleado de la factor¨ªa, representadas por los abogados Galb¨¢n y Del Pozo, se refirieron asimismo a la falta de responsabilidad de sus defendidos en el accidente. La penalizaci¨®n del hecho, seg¨²n estas defensas, debe recaer en personas individuales, nunca en la figura, institucional del director de una empresa. Los informes de ambos abogados se limitaron a excluir la participaci¨®n de sus representados en los hechos, sin que en ning¨²n momento argumentaran la responsabilidad de los otros procesados.

Los abogados Jaime Miralles y Tom¨¢s de la Cuadra, en representaci¨®n de los t¨¦cnicos de seguridad de Enpetrol, pusieron de relieve en sus informes la carencia de mando de los t¨¦cnicos, as¨ª como sus repetidas advertencias a la direcci¨®n de la empresa.

Miralles, defensor de Alfredo Marco, coordinador general de seguridad, critic¨® la postur a del fiscal al disminuir en sus conclusiones la responsabilidad del t¨¦cnico en forma cuantitativa. La graduaci¨®n cualitativa de la responsabilidad del t¨¦cnico hubiera llevado al fiscal a solicitar su absoluci¨®n, seg¨²n Miralles. Este abogado inform¨® que ?o bien mi representado actu¨® competentemente, en cuyo caso debe ser absuelto, o, por el contrario, actu¨® mal, siendo en este ¨²ltimo caso incongruente la disminuci¨®n de su responsabilidad por parte del fiscal?.

En el mismo sentido, Tom¨¢s de la Cuadra, representante del t¨¦cnico de Tarragona, se refiri¨® a su voluntad de llegar hasta el final en el esclarecimiento de los hechos. ?La actuaci¨®n de Enpetrol a lo largo del sumario?, dijo, ?responde a una pol¨ªtica cuyos inspiradores seguramente no llegaremos a conocer?. De la Cuadra concluy¨® su larga exposici¨®n advirtiendo que las empresas no deben apoyarse en sus t¨¦cnicos como un seguro de responsabilidad. ?Si esto fuera as¨ª?, a?adi¨®, citando la frase de Dante en las puertas del infierno, ?t¨¦cnicos de seguridad, perded toda esperanza?.