No existen problemas entre Francia y Marruecos, seg¨²n el rey Hassan
No existe problema alguno entre Francia y Marruecos, seg¨²n declar¨® ayer el rey Hassan II tras su primera entrevista en el palacio del El¨ªseo con el presidente de la Rep¨²blica Francesa, Fran?ois Mitterrand. Los dos hombres de Estado cenaron juntos y abordaron muy particularmente la cuesti¨®n del Sahara occidental."Desaf¨ªo a quien lo desee a encontrar la m¨¢s leve nube entre el rey de Marruecos y el presidente de la Rep¨²blica Francesa", sentenci¨® al final de la ma?ana Hassan II, al salir del palacio del El¨ªseo despu¨¦s de haber celebrado su primera conversaci¨®n con Mitterrand. El rey marroqu¨ª se manifest¨® contento por el viaje que el pr¨®ximo d¨ªa 3 de marzo efectuar¨¢ a Israel el jefe del Estado franc¨¦s. En su opini¨®n, esta iniciativa "favorece a la causa ¨¢rabe".
Esta primera visita de Hassan II a Francia desde que los socialistas llegaron al poder se ha realizado por iniciativa de Mitterrand, con el fin de restablecer las buenas relaciones entre los dos Estados. Desde el pasado mes de mayo, el presidente y su ministro de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, han intentado mantener el buen entendimiento tradicional de Francia con Marruecos. Pero el Partido Socialista (PS), seg¨²n un ministro de Rabat, "se ha convertido en un foco de subversi¨®n antimarroqu¨ª".
Los dirigentes del PS mantuvieron una ¨¢spera pol¨¦mica con el Gobierno de Rabat a principios del mes de septiembre, a causa de la detenci¨®n de cinco dirigentes del movimiento de la oposici¨®n marroqu¨ª Uni¨®n Socialista de las Fuerzas Populares (USFP). Por este motivo fundamentalmente, Hassan II retras¨® una visita a la capital francesa prevista para noviembre. El PS adem¨¢s, apoya abiertamente al Frente Polisario en el Sahara occidental. Y, por a?adidura, el rey teme que el eje Par¨ªs-Argel le perjudique.
Por todo ello, Mitterrand invit¨® a Hassan II a Par¨ªs. Francia es el primer cliente de Marruecos y su primer proveedor. A estos intereses econ¨®micos, se une su intento de mantener relaciones "equilibradas con los tres pa¨ªses del Magreb". Todo lo anterior no le impidi¨® a Mitterrand hablarle al rey de Marruecos de los derechos del hombre.
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