Ruibal estrena en Nueva York su obra 'El hombre y la mosca'

El dramaturgo espa?ol Jos¨¦ Ruibal asistir¨¢ el pr¨®ximo martes, en Nueva York, al estreno mundial de su obra El hombre y la mosca, representada en ingl¨¦s y castellano, con montajes alternos, bajo la direcci¨®n esc¨¦nica de Jack Gelber. La pieza se presenta en traducci¨®n de Gregory Rabassa, con los actores Rip Torn, Llazaro P¨¦rez y Norman Brisky; las sesiones de preestreno comenzaron el pasado mi¨¦rcoles en el Puerto Rican Travelling Theatre, un local situado en el Brodway neoyorquino.Jos¨¦ Ruibal, que hoy emprende viaje a Nueva York, manifest¨® que el estreno de El hombre y la mosca era muy importante, al unirse la traducci¨®n al ingl¨¦s de Gregory Rabassa, traductor habitual de Garc¨ªa M¨¢rquez y Cort¨¢zar, y la interpretaci¨®n de conocidos actores de teatro y cine. Durante sus a?os de permanencia en Estados Unidos, dedicado a la ense?anza del teatro espa?ol cl¨¢sico y moderno, se hab¨ªan representado en circuitos universitarios y departamentos de teatro sus piezas cortas de caf¨¦-teatro. En marzo de 1980, una obra de Ruibal figur¨®, junto a otras de Matilla, Garc¨ªa Pintado, Arrabal y Mart¨ªnez Ballesteros, en un montaje dedicado a la vanguardia del teatrro espa?ol de los a?os ochenta.

La obra El hombre y la mosca, escrita en 1968 y publicada en Espa?a, tuvo varios intentos de montaje en nuestros escenarios, ya que figur¨® en el comit¨¦ de lectura del Centro Dram¨¢tico Nacional, en su primera temporada, estuvo en manos del empresario Justo Alonso y comenz¨® a ensayarla el actor Juan Diego, pero no encontr¨® local.

"El hombre y la mosca es una obra de indagaci¨®n sobre el tema del poder", declar¨® ayer Jos¨¦ Ruibal. "A trav¨¦s de dos personajes, Su Eternidad y El Doble, trato el proceso de la permanencia en el poder, el traspaso de un hombre a otro de sus marcas f¨ªsicas y espirituales para que entre camuflado en la historia y de esta forma se perpetue. Es el inmovilismo absoluto y metaf¨ªsico. En tiempos de la censura, el personaje se identific¨® con Franco, pero al escribir la obra pens¨¦ en aquellos hombres que quieren eternizarse en el poder, con ese af¨¢n casi religioso del hombre que no quiere morir. Por las primeras referencias que me llegan de Nueva York, relacionan el personaje con el tipo de dictador latinoamericano".

Ante la situaci¨®n actual de los dramaturgos espa?oles, Ruibal opina que "el centro teatral de Madrid est¨¢ absolutamente de espaldas a mi teatro y, en su conjunto, al teatro espa?ol, ya que s¨®lo hay inter¨¦s para los autores extranjeros de segunda fila, como Peter Shaffer.

En este pa¨ªs se persigue a lloos dramaturgos y hay una actitud de hostilidad; cuando se montan a los cl¨¢sicos se hace fatal, como La hija del aire y La vida es sue?o. Todo el potencial de autores nuevos queda perdido, primero por la censura y ahora por las dificultades que impone el poder teatral, tanto de la Administraci¨®n como de los empresarios".