El Banco de Espa?a ha redactado un extenso pliego de cargos contra los directivos de la Caja Rural de Santander
La Caja Rural de Santander anunci¨® anteayer que, a instancias de su consejo rector, el Consorcio Nacional de Cajas Rurales "ha aceptado intervenir nuestra entidad". Esta medida se produce 72 horas despu¨¦s de que los directivos recibieran notificaci¨®n de? extenso pliego de cargos establecidos por el Banco de Espa?a por presuntas irregularidades cometidas en su gesti¨®n y al objeto de determinar Ias responsabilidades pertinentes, con aplicaci¨®n de las sanciones que correspondan". Adem¨¢s de este expediente contra consejeros y direcci¨®n, el Banco de Espa?a ha abierto otro contra la entidad Caja Rural, pendiente ya de resoluci¨®n en el Ministerio de Econom¨ªa.
La decisi¨®n del Banco de Espa?a de instruir expediente al presidente, consejeros y director general de la caja santanderina fue tomada el 31 de julio pasado. El retraso de m¨¢s de seis meses se ha debido, al parecer, a que no exist¨ªa constancia en el Banco de Espa?a de la composici¨®n del consejo de la Caja de Santander. La relaci¨®n de consejeros fue entregada, finalmente, el d¨ªa 22 del presente mes, sin que se conozcan las razones de ese retraso. Una dif¨ªcil explicaci¨®n, m¨¢xime cuando las cajas rurales tienen obligaci¨®n legal de notificar la modificaci¨®n de sus consejeros rectores, que deben ser refrendados por el Banco de Espa?a.En el pliego de cargos se contemplan infracciones ya denunciadas por la llamada "comisi¨®n de seguimiento de las irregularidades de la Caja Rural", integrada por partidos pol¨ªticos, sindicatos y organizaciones ganaderas, que no hab¨ªan trascendido a la opini¨®n p¨²blica. Entre ellas, destaca el descubierto de m¨¢s de 58 millones de pesetas en la cuenta de Pescados del Cant¨¢brico, SA (Pescansa), situaci¨®n que el informe del Banco de Espa?a achaca a la "falta de prudencia del director de la Caja", Tom¨¢s Mier, con lo que ha dado lugar a que ¨¦sta pueda sufrir "un grave da?o en su integridad patrimonial".
El pliego de cargos se inicia rese?ando el incumplimiento de la direcci¨®n de la Caja del requerimiento del Banco de Espa?a para que se informase a la asamblea de socios cooperativos del resultado negativo del balance de 1980, estimado en 63.300.000 pesetas de p¨¦rdidas. Por el contrario, Tom¨¢s Mier hizo aprobar las cuentas con un balance manipulado de 25.900.000 pesetas de ganancias, estimando el informe del Banco de Espa?a que la desobediencia cometida "se encuentra entre las infracciones consideradas graves".
Entre los casos de pol¨ªtica crediticia irresponsable por parte de los directivos de la Caja Rural de Santander destaca la empresa industrial no agraria Cauchos Maries, SA, con riesgos por un importe total de 85 millones de pesetas, sin que se haya establecido procedimiento judicial para recuperar sus fallidos. En concreto, el Banco de Espa?a solicitaba que se garantizara el cobro de esas cantidades y, si era preciso, se llegara al procedimiento judicial. Dos meses m¨¢s tarde, la Caja Rural contest¨® que, aun asumiendo esas observaciones y compartiendo su preocupaci¨®n, "obst¨¢culos de verdadera importancia no nos han permitido seguir adelante hasta el momento". "Los hechos anteriores", se dice en el pliego de cargos, "entra?an una gesti¨®n peligrosa para la integridad patrimonial de la Caja, de la que aparecen como responsables, a t¨ªtulo personal, el presidente, consejeros y director general de la entidad por su participaci¨®n en los mismos".
Pago de extratipos
Otro cargo contra los directivos de la Caja Rural se centra en el pago de intereses superiores a los m¨¢ximos reglamentarios durante el trienio 1977 a 1979 con cargo a cuentas ficticias, como la suscrita a nombre de la cooperativa de Ajo-Bareyo, en tomo a la cual hay en curso una querella por estafa y falsificaci¨®n de documentos contra el director general de la Caja,, Tom¨¢s Mier. El ocultamiento de los pagos de extratipos les ha permitido, adem¨¢s, seg¨²n el Banco de Espa?a, falsear los resultados obtenidos en los a?os 1977, 1978 y 1979, as¨ª como la situaci¨®n patrimonial de la entidad.
La primera inspecci¨®n del Banco de Espa?a en la Caja Rural de Santander se desarroll¨® entre los meses de febrero y marzo de 1981. Para entonces ya hab¨ªa los primeros enfrentamientos de la direcci¨®n con algunos hombres de confianza, que se negaban a firmar balances falseados o a avalar cr¨¦ditos que resultaron fantasmas.
El Banco de Espa?a intent¨® llevar el proceso a la caja en silencio, buscando su recuperaci¨®n. Sin embargo, la implicaci¨®n en algunas de las irregularidades del diputado y l¨ªder agrario Justo de las Cuevas, que utilizaba sus influencias pol¨ªticas para la obtenci¨®n -¨¦l, sus familiares y socios en la construcci¨®n- de cr¨¦ditos por valor de varios cientos de millones de pesetas a inter¨¦s preferente, hicieron saltar el tema, publicado por primera vez en Hoja del Lunes el 8 de junio de 1981. El cese fulminante de su director, el silenciamiento de la otra Prensa local a excepci¨®n de La Gaceta del Norte , controlada por el sector centrista de Justo de las Cuevas, que incluso oblig¨® a publicar desmentidos a afirmaciones del vicepresidente del Gobierno y ministro de Econom¨ªa, Garc¨ªa D¨ªez, o del gobernador del Banco de Espa?a, Alvarez Rendueles, y la permanencia de las actuaciones irregulares en la actuaci¨®n del equipo directivo de la entidad rural, fueron deteriorando su situaci¨®n, considerada ya como dram¨¢tica.
En este tiempo, la Caja santanderina ha sido noticia constante por actuaciones calificadas por las centrales sindicales como "terrorismo empresarial", ya que algunos de sus consejeros han sido condenados por amenazas a miembros del comit¨¦ de empresa, y el propio director general, Tom¨¢s Mier, el hombre de Justo de las Cuevas en la entidad agraria (aunque una gran parte de sus cr¨¦ditos actuales hayan sido desviados hacia negocios de construcci¨®n), tiene que responder ante el juzgado por un presunto delito de estafa y falsificaci¨®n de cheques.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.