Frei: los hechos como fueron
ANDRES ZALDIVAR LARRAINEl autor dedica este art¨ªculo a replicar buena parte de las afirmaciones que conten¨ªa el editorial de EL PAIS el 26 de enero pasado. La ideolog¨ªa de la Falange Nacional chilena, el origen de la Democracia Cristiana que fundara Eduardo Frei o el comportamiento pol¨ªtico de este partido en tiempos del presidente Allende son algunos de los puntos controvertidos.
Extra?a sobre manera que EL PAIS, un peri¨®dico de solvencia intelectual e independencia cr¨ªtica, haga suyos los conceptos del autor del editorial Lo que pudo ser Frei, publicado en la edici¨®n del 26 de enero reci¨¦n pasado. La cantidad de errores contenidos en el art¨ªculo demuestra un desconocimiento de la realidad chilena y, por tanto, muy poca capacidad anal¨ªtica rigurosa; ni siquiera respetable, pues una cosa pueden ser opiniones o interpretaciones, pero equivocarse de plano en hechos hist¨®ricos es m¨¢s grave, pues descalifica la globalidad del an¨¢lisis.La Falange Nacional, contrariamente a lo que se afirma en el editorial en cuesti¨®n, no es una escisi¨®n de los conservadores hacia la extrema derecha, sino la confirmaci¨®n de un amplio movimiento cristiano, progresista y democr¨¢tico, del cual derivar¨ªa a?os m¨¢s tarde el Partido Dem¨®crata Cristiano. La Falange chilena, entonces, no tuvo nada que ver con la Falange espa?ola, ni con sus ideas ni con sus procedimientos.
Eduardo Frei se separa de los conservadores ya en el a?o 1936, y forma la Falange. El Partido Dem¨®crata Cristiano surge en 1957, como, resultado de la fusi¨®n del Partido Social Cristiano, el Agrario Laborista, otros grupos cristianos y la propia Falange. El editorialista se equivoca cuando afirma que Frei se separ¨® de los conservadores para fundar la Democracia Cristiana chilena, y se vuelve a equivocar cuando hace aparecer a la Falange chilena actuando en la extrema derecha, y se equivoca una vez m¨¢s al confundirla con los movimientos de extrema derecha que surgieron durante el gobierno de Allende. la Falange hab¨ªa desaparecido trece a?os antes.
La elecci¨®n de Allende
Por otro lado, el autor del art¨ªculo plantea que la Democracia Cristiana se resiste a votar por Allende en el Congreso, y s¨®lo lo hace despu¨¦s de la muerte del general Schneider. El editorialista ignora, o no menciona, que la decisi¨®n de elegir en el Congreso a Allende se toma en una junta del partido anterior a ese repudiable crimen, y que todo el proceso legal se ci?e a lo que la Constituci¨®n de Chile establec¨ªa. El calendario legal se cumpli¨® con exactitud milim¨¦trica, pese a las presiones internacionales que deseaban impedirlo; todo esto bajo la presidencia de Frei.
Durante la primera etapa del Gobierno de la Unidad Popular, la Democracia Cristiana, en m¨¢s de una ocasi¨®n, plante¨® la necesidad de un acuerdo nacional que posibilitara el ¨¦xito del proceso de cambios dentro de los cauces democr¨¢ticos. Esto fracas¨® por la intransigencia y ceguera de las tendencias de extrema izquierda en el interior de la UP.
Ni Frei ni el Partido Dem¨®crata Cristiano "negociaron extensamente con los actores del golpe", como afirma el editorialista. No podemos asegurar nada respecto de los que se sumaron al r¨¦gimen militar, pero para nosotros es una calumnia esta afirmaci¨®n. Frei no apoy¨® el golpe: lo que se plante¨® fue reiterar la necesidad de respeto a los derechos fundamentales de las personas y que el pa¨ªs reiniciara lo m¨¢s pronto posible su vida democr¨¢tica.
Actitud de la Iglesia
La Iglesia cat¨®lica chilena, durante la Unidad Popular, breg¨® por una soluci¨®n de concordia y paz, por lo que mereci¨® el brutal ataque de la derecha reaccionaria. La actitud de la Iglesia no ha sido de obsecuencia con el r¨¦gimen militar, como afirma el equivocado articulista. Por el contrar¨ªo, la Iglesia ha sido el baluarte m¨¢s importante en la defensa de los derechos humanos y en el mantenimiento de los valores democr¨¢ticos entre el pueblo. Esto ha sido reconocido internacionalmente en diversas ocasiones, incluso con el premio de las Naciones Unidas en derechos humanos, hace un par de a?os.
Podremos tener opiniones y evaluaciones distintas sobre el Gobierno de la Democracia Cristiana; pero lo que s¨ª es un hecho objetivo es que abri¨® un proceso de cambios que benefici¨® a los sectores populares, ampliando su participaci¨®n en todos los niveles y cambiando profundamente importantes sectores de la sociedad chilena. Adem¨¢s, internacionalmente, el Gobierno de Eduardo Frei juega un rol fundamental en el proceso de integraci¨®n de Iberoam¨¦riea y, por vez primera, se consigue fortalecer la unidad regional en una sola postura frente a EE UU.
Recuperaci¨®n de la democracia
Tampoco se trata de discutir eternamente sobre las responsabilidades en el derrumbamiento democr¨¢tico de Chile y los errores que llevaron al golpe. Lo m¨¢s importante es encontrar formas eficaces que nos permitan recuperar y mantener la democracia.
Pero es necesario reconocer que es responsabilidad del conjunto de los sectores democr¨¢ticos el derrumbamiento de la democracia en Chile. Nadie puede lavarse las manos; ni la izquierda, que ten¨ªa la responsabilidad de gobernar, ni la Democracia Cristiana, principal partido democr¨¢tico. Pero esto es absolutamente distinto a afirmar que la responsabilidad del golpe la tienen Eduardo Frei y la Democracia Cristiana.
Creemos que lo m¨¢s importante es que seamos capaces de aprender de los errores cometidos, asumir las responsabilidades y extraer las conclusiones que sirvan y apoyen la gran tarea que tenemos por delante: conseguir la democracia para Chile.
En suma, todos nos estamos recalificando frente al pueblo chileno, reafirmando nuestras aspiraciones democr¨¢ticas y aprendiendo a ser mejores. Los dif¨ªciles momentos por los que atravesamos creo que nos ayudan a conseguir ser fieles con el mensaje humanista de Eduardo Frei, que sigue y seguir¨¢ vigente para Chile.
ha sido ministro de Hacienda en el Gobierno de Eduardo Frei. Actualmente es el presidente del Partido Dem¨®crata Cristiano chileno en el exilio.
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