El socialdem¨®crata Luis Alberto Monge, candidato m¨¢s seguro a la presidencia de Costa Rica en las elecciones de ma?ana
Nadie en Costa Rica duda ya del triunfo electoral que debe obtener ma?ana Luis Alberto Monge, candidato a la presidiencia por el Partido de Liberaci¨®n Nacional, afiliado a la Internacional Socialista. Las prospecciones ¨²ltimas le adjudican unos porcentajes de voto que van desde el 59,8%, seg¨²n una encuesta encargada por su propio partido, hasta el 65%, En cualquier caso, muy por encima del 40% m¨ªnimo que exige la Constituci¨®n.
Rafael Calder¨®n, 33 a?os, ex ministro de Exteriores con el actual Gobierno y aspirante a la presidencia por Coalici¨®n Socialcristiana Unidad, no debe obtener m¨¢s del 20% de los sufragios, seg¨²n estas mismas encuestas.Se asegura ya que Calder¨®n concurre a estos comicios s¨®lo para cubrir el expediente de unas elecciones perdidas que debe tener todo presidente. Este ha sido el caso de Daniel Oduber y ahora de Luis Alberto Monge. Calder¨®n estar¨ªa prepar¨¢ndose as¨ª para 1986.
Los otros dos candidatos se r¨ªan menos comparsas.
El ex presidente Marlo Echandi se ha convertido, desde su ultraderechista Movimiento Nacional, en un profeta del apocalipsis de violencia y comunismo que se cierne sobre el pa¨ªs si no se le vota a ¨¦l.
En el otro extremo aparece Rodrigo Guti¨¦rrez, candidato del PC costarricense, una reliquia prosovi¨¦tica que exhibe la revoluci¨®n nicarag¨¹ense como ejemplo en un pa¨ªs que tiene p¨¢nico a que el comunismo se extienda por toda la regi¨®n. Este miedo al avance comunista ha sido uno de los ejes de la campa?a electoral. La participaci¨®n de Carazo en el triunfo sandinista, con el paso de armas a trav¨¦s de territorio costarricense, se ha convertido en una desgracia nacional de la que todo el mundo trata de desvincularse.
Hasta el representante del partido gubernamental ha tenido que marcar distancias respecto a Rodrigo Carazo, cuyo mandato parece ya indefendible hasta para su propio partido. Calder¨®n se escuda en su desconocimiento del tema, lo que le ha llevado a Echandi a manifestar que entonces no puede aspirar a gobernar el pa¨ªs.
El Ej¨¦rcito, prohibido
Este pa¨ªs, que cada cuatro a?os acude a las urnas para elegir a sus gobernantes -caso ¨²nico centroamericano-, y que en 1949, despu¨¦s de una corta pero cruenta guerra civil, se dot¨® de una constItuci¨®n en la que se proh¨ªbe la existencia de un ej¨¦rcito regular, tiene verdadero p¨¢nico a una infiltraci¨®n guerrillera.De ah¨ª que el socialdem¨®crata Luis Alberto Monge mantenga respecto a Centroam¨¦rica posiciones muy lejanas a las de la Internacional Socialista. El opina que nada tiene contra Nicaragua mientras los sandinistas no traten de exportar su forma de gobierno.
Acerca de El Salvador defiende un di¨¢logo entre las fuerzas democr¨¢ticas de la Junta, cita a la Democracia Cristiana y a las fuerzas democr¨¢ticas de la oposici¨®n. Le merecen id¨¦ntica descalificaci¨®n un ej¨¦rcito genocida y las guerrillas marxistas, que conjuntamente han conducido al pa¨ªs a un callej¨®n sin salida.
Junto a EE UU
Monge declara que en el contencioso Este-Oeste no es neutral, ya que est¨¢ con las fuerzas que luchan por la democracia. Esto es, en ¨²ltima instancia y a pesar de todas las diferencias, se sit¨²a junto a Estados Unidos y contra Mosc¨².Junto al miedo al comunismo, la crisis economica costarricense es el segundo motivo central de la campa?a. Monge anuncia un plan de emergencia de cien d¨ªas, cuyo contenido no ha concretado. Las expectativas despertadas por su programa econ¨®mico pueden ser a corto plazo exageradas, seg¨²n todos los analistas, que no ven una salida f¨¢cil a la crisis nacional.
Costa Rica tiene una deuda exterior de 2.700 millones de d¨®lares, de los que mil millones debe pagarlos en los pr¨®ximos doce meses. Algo imposible para un pa¨ªs que exporta por valor de 1.200 millones por a?o. Todas las fuerzas pol¨ªticas esperan de EE UU que a la hora de renegociar la deuda prime el deseo de salvar la democracia costarricense antes que el c¨¢lculo estrictamente financiero.
Se cuadruplic¨® el paro
Todos los indicadores econ¨®micos marcan la luz roja. La inflaci¨®n lleg¨® el a?o pasado al 90%, el col¨®n se devalu¨® en un 400%, el desempleo se multiplic¨® por cuatro y para los salarios m¨ªnimos se ha fijazo un alza m¨¢xima del 28%, cuando los alimentos b¨¢sicos, como el arroz y los fr¨ªjoles, han duplicado su precio. Muchos se preguntan c¨®mo puede sobrevivir una poblaci¨®n asalariada que en un 60% no gana ni 10.000 pesetas mensuales.Pero estos son cantares que volver¨¢n a preocupar a los costarricenses a partir del lunes. San Jos¨¦ es todav¨ªa hoy una fiesta, a pesar de la ley seca que rige desde esta madrugada.
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