Wiejacz: "La ley marcial evit¨® una cat¨¢strofe de consecuencias incalculables para toda Europa"
El viceministro polaco de Asuntos Exteriores, Jozef Wiejacz, es un diplom¨¢tico tranquilo, de 49 a?os, que est¨¢ dispuesto a esperar en Madrid "todo lo que sea necesario" y a capear el temporal que, sin duda, se desatar¨¢ cuando esta ma?ana se inicie la sesi¨®n n¨²mero 100 de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE). En una entrevista mantenida ayer con EL PAIS, Wiejacz que, entre otras cosas, es un experto en relaciones polaco-norteamericanas, dej¨® claras tres cosas: el golpe dado por Wojciech Jaruzelski el pasado 13 de diciembre no constituye una violaci¨®n de los principios de Helsinki; la decisi¨®n de acabar "temporalmente" con las libertades en Polonia fue adoptada para evitar "una cat¨¢strofe de consecuencias incalculables para Europa", y, por ¨²ltimo, Polonia no har¨¢ nada "a consecuencia de la presi¨®n extranjera".
El representante del Gobierno de Varsovia reconoci¨® que en su pa¨ªs se est¨¢n llevando a cabo "conversaciones informales" con representantes del sindicato Solidaridad, informales -precis¨®- porque este sindicato es ilegal". Tambi¨¦n asegur¨® que el l¨ªder sindical Lech Walesa acepta, en ocasiones, dialogar con representantes del Gobierno, sin que esto quiera decir que est¨¦ negociando. La situaci¨®n interna -a?adi¨® Wiejacz- est¨¢ mejorando, aunque la escasez de alimentos sigue siendo el problema n¨²mero uno, lo que permitir¨¢ reducir antes de fin de mes las restricciones m¨¢s duras sobre las libertades individuales.El delegado polaco no quiso, sin embargo, especular con la posibilidad de realizar un anuncio "propagand¨ªstico" sobre un relajamiento del estado de sitio mientras la conferencia est¨¢ reunida en Madrid. "La ley marcial", afirm¨®, "no durar¨¢ un minuto m¨¢s de lo necesario".
Wiejacz casi no insiste en algo que ya da por sabido. "Estamos en Madrid para discutir sobre los asuntos relativos a la seguridad y a la colaboraci¨®n en Europa. No es nuestra intenci¨®n debatir sobre los asuntos internos de otros estados ni tampoco sobre los asuntos internos de Polonia".
El viceministro polaco recuerda que esta actitud ya ha sido comunicada, v¨ªa diplom¨¢tica, a todos los participantes en la reuni¨®n de Madrid, y subraya que el inter¨¦s polaco reside en la convocatoria de una conferencia dedicada a las llamadas medidas "de construcci¨®n de confianza" que, posteriormente, pudiera convertirse en una conferencia de desarme.
Esta es la cantinela de la diplomacia sovi¨¦tica desde el inicio de la CSCE. Para lograr estos fines, Polonia entiende que es v¨¢lido el documento presentado en diciembre ¨²ltimo por los Pa¨ªses no alineados y neutrales.
Wiejacz, que estuvo tenso pero correcto durante toda la entrevista, cree que la fase que se inicia ma?ana de la CSCE no se convertir¨¢ en un juicio contra Polonia y la URSS por sus presuntas responsabilidades en el golpe de Varsovia. "En las conversaciones que he podido mantener hoy con cuatro o cinco pa¨ªses occidentales -entre ellos Espa?a- he visto claro que lo que dice Estados Unidos no refleja el deseo de la mayor¨ªa de los occidentales.
Sin embargo, sin demasiada convicci¨®n, como quien recita algo sabido, el delegado polaco asegura que el encuentro madrile?o puede ser un elemento "amortiguador" de la actual tensi¨®n internacional.
El viceministro polaco, que hoy, por una raz¨®n puramente de azar, presidir¨¢ la reapertura de la conferencia, s¨®lo eleva un poco el tono de su discurso para desmentir los rumores que corren sobre su su puesta actitud de filibusterismo desde la mesa presidencial para bloquear los ataques occidentales. "Actuar¨¦ imparcialmente de acuerdo con el programa aceptado".
Wiejacz afirma que "nosotros s¨®lo hemos suspendido temporalmente la vigencia de algunos derechos, de acuerdo con nuestra Constituci¨®n, y estas medidas, desgraciadas, son necesarias a veces".
Despu¨¦s de calificar las acusaciones de "campa?a de calumnias", asegura que "la presi¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica occidental sobre mi pa¨ªs, el espect¨¢culo televisivo organizado por Washington, los programas de radio emitidos hacia Polonia llamando a elementos antiestatales a la rebeli¨®n, s¨ª que constituyen una injerencia en nuestros asuntos internos y una violaci¨®n de los principios de Helsinki".
El representante polaco no cree que sea dif¨ªcil explicar que la URSS no estaba para nada detr¨¢s de lo ocurrido.
"La decisi¨®n la tomaron las autoridades polacas y fue ejecutada por fuerzas polacas", asegura.
"Nadie cree que la ley marcial sea la mejor soluci¨®n, pero fue necesario imponerla para salvar al Estado y a la naci¨®n, y evitar una cat¨¢strofe de dimensiones dram¨¢ticas para Polonia y, quiz¨¢s, no ¨²nicamente para la naci¨®n polaca, si se tiene en cuenta la posici¨®n geoestrat¨¦gica de Polonia", explica el representante polaco.
"Tomamos esta decisi¨®n a la vista de que hab¨ªa ciertas tendencias en EE UU que querian utilizar los dram¨¢ticos sucesos para socavar el sistema existente de seguridad en Europa y el actual equilibrio de poder, que es la base de la seguridad de todos los pa¨ªses del viejo continente. Con la ley marcial hemos contribuido a la estabilidad de toda Europa".
Wiejacz estima que las realidades existentes en Europa, las actuales fronteras producto de los acuerdos de Postdam y Yalta confirmadas en Helsinki, en 1975, no deben ser cuestionadas.
"Cuando se hizo as¨ª, en los a?os cincuenta, entramos en la guerra fr¨ªa, y cuando el Oeste reconoci¨® esta realidad pasamos a la distensi¨®n. Ahora, Estados Unidos usa la ret¨®rica para regresar a ese per¨ªodo de guerra fr¨ªa", concluye el alto funcionario polaco.
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