Los constructores se enfrentan a la Federaci¨®n Internacional, en apoyo de los pilotos
Los fabricantes de autom¨®viles de grandes series que forman parte del Circo de la f¨®rmula 1, Renault, Ferrari -Fiat- y Alfa Romeo, reunidos junto con otros peque?os fabricantes de coches deportivos, como Osella y Toleman, acordaron manifestar su total oposici¨®n a la pol¨ªtica actual de la Federaci¨®n Internacional. Estos constructores se quejan de la arbitrariedad de la FISA y del trato discriminatorio de este organismo con los pilotos cuando permite graves irregularidades con ciertos equipos que gozan del favor federativo. La posici¨®n del presidente de la FISA, el franc¨¦s Balestre, parece debilitarse, a la espera de las reuniones que se celebrar¨¢n la pr¨®xima semana con el fin de buscar una soluci¨®n al conflicto.
La mayor¨ªa de los constructores, de monoplazas de f¨®rmula 1 son peque?os artesanos que fabrican sus veh¨ªculos en recintos poco m¨¢s grandes que algunos talleres. Resulta sorprendente c¨®mo se puede alcanzar tanta precisi¨®n y una tecnolog¨ªa tan avanzada en unos coches, si se analiza la composici¨®n de muchos constructores de estos veh¨ªculos. Son los casos de la mayor¨ªa de los brit¨¢nicos, que s¨®lo construyen coches de estas caracter¨ªsticas tan especiales.Por ejemplo, Brabham y Williams, cuyos pilotos ganaron el t¨ªtulo mundial en las dos ¨²ltimas temporadas enfrent¨¢ndose a los grandes y poderosos fabricantes de autom¨®viles de gran serie. Es el caso tambi¨¦n de otros m¨¢s peque?os, como McLaren, Tyrrell, March, Arrows, Toleman y, asimismo, Lotus que, aunque fabrica autom¨®viles para la calle, sus series son tan peque?as que puede tambi¨¦n considerarse como un constructor at¨ªpico. Son equipos que figuran en la historia del deporte automovil¨ªstico por m¨¦rito propio, y que son capaces de desafiar y vencer, en ocasiones, al poder¨ªo econ¨®mico y t¨¦cnico de los grandes fabricantes.
Del otro lado est¨¢n los fabricantes de coches de grandes series, que toman parte en el Circo en busca de una publicidad y un campo de experimentaci¨®n tecnol¨®gica que s¨®lo la f¨®rmula 1 es capaz de dar. Es el caso de Renault, Ferrari -marca que pertenece a Fiat y que est¨¢ ligada desde sus comienzos a a la competici¨®n-, Alfa Romeo y Talbot.
Cuando surgieron los primeros problemas, hace dos temporadas, el presidente de la Federaci¨®n Internacional, el franc¨¦s Balestre, acudi¨® r¨¢pidamente a buscar el apoyo de los poderosos. Balestre sab¨ªa que, en su lucha con Ecclestone -el que controla el complicado entramado del Circo y que cuenta con el apoyo mayoritario de los peque?os constructores-, su ¨²nica posibilidad de mantenerse pasaba por el apoyo de los grandes. Balestre obtuvo entonces dicho apoyo, con la excepci¨®n de L?gier -un peque?o fabricante comprado por Talbot- que sigui¨® fiel a Ecclestone.
Lleg¨® despu¨¦s el acuerdo de la Concordia, en el que Balestre cedi¨® casi totalmente a las pretensiones de Ecclestone, pero que sirvi¨® para dar la m¨ªnima paz imprescindible para poderse disputar la pasada temporada.
Todos menos Talbot
Ahora, en el nuevo conflicto entre la Federaci¨®n Internacional y los pilotos, los grandes constructores han decidido apoyar a los pilotos y mostrar su rechazo m¨¢s en¨¦rgico a la conducta de Balestre. Todos menos Talbot-Ligier, que sigue fiel a Ecclestone con el que coincide ahora el presidente de la Federaci¨®n Internacional. Los grandes constructores, cuyo peso y prestigio en la Federaci¨®n es muy grande, se quejan de la en¨¦sima arbitrariedad de la FISA, que quiere ser absurdamente rigurosa con los pilotos, mientras pasa por alto faltas muy graves, como el incumplimiento del reglamento t¨¦cnico por parte de algunos de los coches que protege Ecclestone.Balestre, acusado y acosado por los pilotos -a los que, en cierta forma, niega la posibilidad de formar la nueva Asociaci¨®n por ellos constituida- por los grandes fabricantes implicados en la f¨®rmula 1; por los restantes fabricantes que no toman parte en esta competici¨®n, pero que est¨¢n representados en la Federaci¨®n, y por las federaciones de los paises m¨¢s importantes, parece forzado a una soluci¨®n urgente. Apoyado solamente por Bernie Ecclestone y los peque?os constructores, y por los representantes de algunos pa¨ªses a los que controla -como es el caso de Espa?a-, el presidente de la FISA, nervioso, buscar¨¢ esta pr¨®xima semana un pacto en cualquier condici¨®n que pacifique, siquiera temporalmente, el conflictivo Circo de la F¨®rmula 1.
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