El adulterio

Existe en el use, hist¨®rico de la palabra adulterio un corrimiento sem¨¢ntico de consecuencias importantes en la ¨¦tica occidental y cristiana. Se ha visto reflejado esto, una vez m¨¢s, en los art¨ªculos que bajo el t¨ªtulo La cr¨ªtica del adulterio public¨® EL PAIS el domingo 14 de febrero. Nadie puede negar el influjo de la moral b¨ªblica en la conformaci¨®n de nuestro c¨®digo de comportamiento personal y social. Pues bien, el evangelista san Mateo (19, 9) dice: "Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer -salvo caso de fornicaci¨®n- y se case con otra, comete adulterio". Y san Lucas (16, 18) escribe: "Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio". Aqu¨ª es adulterio el abandonar a la propia mujer y el casarse con otra. Es algo distinto de la fornicaci¨®n, distinto de la aventura aislada, distinto del tr¨ªo esposo-esposa-amante. ?De d¨®nde ha venido la connotaci¨®n negativa de estos vocablos y de estas situaciones? ?Por qu¨¦ la fornicaci¨®n, que en san Mateo era excepci¨®n a la prohibici¨®n del repudio, se identifica con el adulterio? Del adulterio como abandono injustificado de la mujer, y seguramente de los hijos, para unirse a otra, hemos pasado al adulterio como aventura extramatrimonial de cualquier tipo. Los psic¨®logos, soci¨®logos e historiadores, as¨ª como los especialistas del mundo oriental y grecorromano, podr¨ªan tal vez explicarnos este problema./