Una ex cosmonauta sovi¨¦tica pudo abandonar la URSS tras 36 d¨ªas en huelga de hambre
"Francia es todo para m¨ª". No se trata de la declaraci¨®n del m¨¢s recalcitrante chovinista, sino de una mujer sovi¨¦tica, Inna Navrona, en otro tiempo reconocida cosmonauta, que ahora puede pasear libremente por las calles de Par¨ªs de la mano de su futuro esposo, el ingeniero franc¨¦s Guy Torrent. Pero le cost¨® cuando menos 36 angustiosos d¨ªas en huelga de hambre.
Las autoridades rehusaron conceder el visado de salida a Inna y a sus hijas Masha y Catia, de 19 y 14 a?os respectivamente. La cosmonauta inici¨® entonces un ayuno durante 36 d¨ªas para obtener el permiso de abandonar la URSS.El pasado viernes, un avi¨®n comercial la dejaba junto con sus hijas en el aeropuerto parisiense de Roissy. Su prometido, Guy Torrent, permanec¨ªa mientras tanto en Mosc¨², "por problemas administrativos con el visado".
El avi¨®n que traslad¨® desde Mosc¨² a la ex cosmonauta y a sus hijas, transport¨® tambi¨¦n a Olga Bondiu, una joven modista que contrajo matrimonio en 1978 con un tapizador franc¨¦s. Un a?o despu¨¦s fue condenada a cuatro a?os de internamiento en un campo de trabajo. Ahora tambi¨¦n est¨¢ en Par¨ªs benefici¨¢ndose de una liberaci¨®n anticipada.
Por su parte, el ingeniero Torrent lleg¨® a la capital francesa algunas horas despu¨¦s que su prometida. A su llegada declar¨® que "las autoridades sovi¨¦ticas dijeron que mi visado de salida no era v¨¢lido. Para mi lo importante fue que mis hijas Masha y Catia pudieran partir en el avi¨®n que despeg¨® de Mosc¨² con destino a Par¨ªs".
Torrent asegur¨® que las autoridades de la URSS quisieron fastidiarle y por ello "fui molestado" por el visado, lo que ocasion¨® un retraso en su salida hacia Par¨ªs.
La odisea amorosa tuvo as¨ª un final feliz para Guy Torrent, quien se deshizo en elogios para todos los que le ayudaron. "Recib¨ª", dijo, "una ayuda maravillosa del consulado franc¨¦s en Mosc¨². Las autoridades de Francia hicieron todo lo que estuvo en sus manos para aportar una soluci¨®n a mi problema, y ahora toda ha quedado arreglado entre las autoridades sovi¨¦ticas y el ministerio franc¨¦s de Relaciones Exteriores".
El caso Sajarov
Inna Navrona declar¨® sin paliativos que no desea volver nunca a la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El ¨¦xito de su acci¨®n, mediante una huelga de hambre, que provoc¨® su internamiento en un hospital despu¨¦s de 36 d¨ªas de ayuno voluntario, ten¨ªa un precedente que no pas¨® desapercibido para la ex cosmonauta: la huelga de hambre del matrimonio Sajarov -Andrei y Elena-, el pasado mes de diciembre, mediante la que consiguieron que su nuera Isabel se reuniese en Estados Unidos con su esposo Andrel, hijo del anterior matrimonio de Elena Bonner Sajarov.A ra¨ªz de las disposiciones firmadas en el Acta Final de Helsinki sobre las facilidades para contraer matrimonio entre ciudadanos de los distintos Estados firmantes, se produjeron situaciones como la vivida hasta ahora por Navrona y Torrent. La que alcanz¨®, tal vez, mayor celebridad fueron los problemas del ex campe¨®n mundial de ajedrez Boris Spassky para contraer matrimonio con la francesa Marina Chtcherbatchev, secretaria del servicio comercial de la embajada de Francia en Mosc¨² en 1975.
Spassky, en su carta a las autoridades sovi¨¦ticas solicitando los certificados civiles, invoc¨® el p¨¢rrafo del Acta de Helsinki sobre matrimonios mixtos.
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