La selecci¨®n espa?ola se vio favorecida por dos penaltis

El gol de la nueva generaci¨®n, el tercero, el conseguido por Gallego en combinaci¨®n con Tendillo, fue un exquisito postre para una cena ins¨ªpida. Dos penalties pusieron en franqu¨ªa el resultado, pero de no haber conseguido la tercera diana, el p¨²blico hubiera salido de Mestalla con la sensaci¨®n de que s¨®lo los milagritos pueden poner a Espa?a en disposici¨®n de obtener unos resultados discretos en el Mundial. El 3-0 fue un resultado enga?oso. La selecci¨®n hispana no fue tan superior a la escocesa.Santamar¨ªa no se atrev¨ªa a colocar en el primer equipo nacional al madridista Gallego por temor a que se quemara prematuramente si la primera prueba no resultaba satisfactoria. Santamar¨ªa ha estado esperando a que Boskov sacara de la defensa a su pupilo y lo situara en el centro del campo. El deb¨² del madridista no fue realmente exultante pero dej¨® bien sentado que debe tener plaza en el equipo. Y, adem¨¢s, no hay otro remedio, porque al f¨²tbol espa?ol le faltan hombres capaces de llevar la manija, como dicen los argentinos. Gallego no tuvo una actuaci¨®n excepcional porque fue colocado en la parte izquierda de la l¨ªnea media, que no es precisamente el lugar m¨¢s id¨®neo para ¨¦l.

Gallego cumpli¨® una misi¨®n m¨¢s de marcaje que de creaci¨®n, pero cuando se lanz¨® al ataque fue la mejor arma del equipo espa?ol, en un segundo tiempo en el que el juego hab¨ªa bajado de tono sensiblemente.

El primer tiempo tuvo un ritmo muy superior al segundo. La selecci¨®n espa?ola, aunque no encontr¨® nunca el modo de realizar un f¨²tbol medianamente brillante, si cont¨® con la fuerza necesaria para llegar al ¨¢rea contraria con sensaci¨®n de peligro. Saura, que estuvo bien servido en ese periodo, entr¨® en el ¨¢rea repetidas veces con el bal¨®n controlado, ya que le gan¨® siempre la partida a Gray, su marcador. Hubo varias ocasiones de marcar, pero la fortuna no acompa?¨® en esos instantes.

Situaci¨®n similar con tiro de Saura la resolvi¨® Gray al poste. Escocia no dio sensaci¨®n de"peligro hasta la media hora, en que Hansen desperdici¨® un tanto por cruzar excesivamente la pelota. Los escoceses comenzaron a poner en aprietos a Arconada desde el momento en que se percataron de que hab¨ªa suficientes huecos en el centro de campo espa?ol.

En el segundo periodo, hasta el momento en que se consigui¨® el segundo tanto, Escocia acorral¨® a Espa?a en el ¨¢rea. Wark anduvo muy f¨¢cil en los remates de cabeza y los defensores espa?oles se las vieron y desearon para quitarse de encima los bombeos de los visitantes. El juego a¨¦reo fue ventajoso para los escoceses.