El presidente de la OUA critica la admisi¨®n de los saharauis en la organizaci¨®n africana
El presidente en ejercicio de la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA) y jefe del Estado de Kenia, Daniel Arap Moi, inform¨® ayer a Marruecos, seg¨²n declar¨® aqu¨ª el ministro del Exterior, Mohamed Bucetta, que "desaprueba la actuaci¨®n del secretariado de la OUA y que la decisi¨®n de admitir a la Rep¨²blica Arabe Saharaui y Democr¨¢tica (RASD) es nula y no conforme".
Al recibir al embajador de Marruecos en Nairobi, el presidente Arap Moi a?adi¨® que la decisi¨®n de Edem Kodjo est¨¢ en "contradicci¨®n con las resoluciones de los jefes de Estado de la OUA" y que esa admisi¨®n de los saharauis en la organizaci¨®n africana es "de la exclusiva competencia de los jefes de Estado y, en cualquier caso, deber¨ªa ser debatida en una cumbre de la OUA".Se trata de la primera vez que tiene lugar una confrontaci¨®n tan flagrante entre un presidente de la OUA y su secretario general desde que esta organizaci¨®n fuera creada en 1963.
La RASD tom¨® asiento entre los ministros de Asuntos Exteriores de la OUA en calidad de miembro n¨²mero 51 de la organizaci¨®n, en virtud de una invitaci¨®n que le fue cursada por Edem Kodjo para que asistiera a la trig¨¦simo octava sesi¨®n ordinaria de ministros, que tiene lugar en Addis Abeba.
En virtud del art¨ªculo 28 de la carta de la OUA, que es el esgrimido tanto por los partidarios de la admisi¨®n de la RASD como por Edem Kodjo para cursar la invitaci¨®n citada, veintis¨¦is Estados miembros -mayor¨ªa simple- por lo menos tuvieron que solicitarle por escrito que procediera a cursar la invitaci¨®n.
Cuando la admisi¨®n de la RASD en la OUA se trat¨® seriamente por primera vez, en la cumbre de Freetown de 1980, por haber alcanzado los saharauis el apoyo de veintis¨¦is Estados, Marruecos plante¨® una cuesti¨®n de principio relativa a la interpretaci¨®n del art¨ªculo 28 de la carta.
Faltan los requisitos
Dicho art¨ªculo dispone textualmente que "cualquier Estado soberano africano puede notificar al secretario general su deseo de ser admitido", y que "la admisi¨®n ser¨¢ decidida por mayor¨ªa simple de los Estados miembros". Marruecos pone precisamente en tela de juicio la calidad de "Estado soberano africano" de la RASD, por estimar que en ¨¦l no concurren los requisitos necesarios de "pueblo, territorio y reconocimiento internacional".Como quiera que la posici¨®n de Marruecos plantea una cuesti¨®n de interpretaci¨®n del art¨ªculo 28 de la carta de la OUA, el art¨ªculo 27 de la misma establece que todas las controversias sobre interpretaci¨®n han de ser zanjadas por mayor¨ªa de dos tercios, es decir, 33 Estados, un n¨²mero con el cual no cuenta la RASD.
La cuesti¨®n de la admisi¨®n de la RASD y el conflicto de interpretaci¨®n de la carta planteado por Marruecos hab¨ªan sido dejados de lado tanto en Freetown como en Nairobi, en 1981, por estimar los jefes de Estado que la soluci¨®n del conflicto del Sahara, quedaba bajo la competencia exclusiva del comit¨¦ de sabios primero, y del comit¨¦ de aplicaci¨®n del refer¨¦ndum despu¨¦s que el rey Hassan II hubiese aceptado en Nairobi su celebraci¨®n.
Algunos jefes de Estado hab¨ªan considerado adem¨¢s contradictoria con el principio de la organizaci¨®n de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n la admisi¨®n de los saharauis en tanto que Estado, por considerar que era prejuzgar sobre el resultado de la consulta.
Aunque s¨®lo once ministros de Asuntos Exteriores hab¨ªan expresado ayer en Addis Abeba su solidaridad con Marruecos, cinco de los siete jefes de Estado miembros del comit¨¦ de aplicaci¨®n del refer¨¦ndum -Sud¨¢n, Guinea, Sierra Leona, Nigeria y Kenia- han considerado que la decisi¨®n del secretario general de la OUA, Edem Kodjo, es incompatible con las resoluciones de las tres ¨²ltimas cumbres, y en particular con las gestiones de ¨¦stos para lograr la realizaci¨®n del refer¨¦ndum.
El conflicto surgido ahora en la OUA tras la admisi¨®n de la RASD, que en cualquier caso y por la forma deber¨¢ ser revocado en tanto que decisi¨®n administrativa si los jefes de Estado se alinean con el punto de vista de Arap Moi, sugiere la pugna llena de golpes bajos que se va a librar entre unos y otros por hacer prevalecer sus respectivos puntos de vista.
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