Rep¨²blica Saharaui, sexto aniversario
El sexto aniversario de la Rep¨²blica Arabe Saharaui Democr¨¢tica, fundada por el Frente Polisario el 27 de febrero de 1976, ha coincidido casi con su controvertida incorporaci¨®n a la OUA. El autor de este art¨ªculo considera que Espa?a debe, ahora, reconocer la Rep¨²blica saharaui para saldar su deuda con la ex colonia. Afirma, tambi¨¦n, que ese reconocimiento puede ayudar a nuestro pa¨ªs a Iograr un mayor acercamiento a Africa
Una noche de julio de 1980 me telefonearon desde Freetown, capital de Sierra Leona, los periodistas Cirilo Rodr¨ªguez y Herminia Fajardo para dar la noticia de que a la ma?ana siguiente la Rep¨²blica saharaui "se sentar¨ªa como miembro de pleno derecho de la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA) en el lugar que le correspondiese conforme al orden alfab¨¦tico y tomando la r como referencia". Era el of the record que estos dos amigos del pueblo saharaui quer¨ªan compartir con la modesta asociaci¨®n que presido. Recuerdo que hice el c¨¢lculo: el secretario general del Frente Polisario se deb¨ªa colocar, muy probablemente, entre los presidentes de Nigeria y Ruanda. Sin embargo, retrasos formales impidieron entonces que la RASD ocupara el puesto que le reconoc¨ªan los pa¨ªses africanos y a que le daba derecho la carta de la OUA. Poco despu¨¦s, Cirilo Rodr¨ªguez muri¨®, y esa ma?ana que me adelantaba ha tardado diecinueve meses en producirse, pero ha llegado y es incuestionable e irreversible.Y este gran acontecimiento para las gentes que aman la paz y defienden la libre determinaci¨®n de los pueblos viene a coincidir con el sexto aniversario de la proclamaci¨®n de la RASD, el 27 de febrero de 1976. En estos seis largos a?os, los saharauis no s¨®lo han logrado sobrevivir contra el intento de exterminio de Marruecos y, al principio, tambi¨¦n de Mauritania, sino que han conseguido que los pa¨ªses libres de su continente crean en su causa justa y en su victoria final.
?Qu¨¦ espera el Gobierno espa?ol para dar el paso de intercambiar embajadores con la RASD, reparando en parte el da?o causado a su pueblo con el nefasto abandono de sus responsabilidades de potencia administradora, origen de todas las muertes que ha sufrido ese heroico pueblo? Si se repasan las colecciones de peri¨®dicos o el bolet¨ªn de las Cortes, Marcelino Oreja, ministro que fue de Asuntos Exteriores, parece haber condicionado en todo momento el reconocimiento de la RASD a su entrada en la OUA. Espa?a estaba m¨¢s obligada, en virtud de su mandato internacional y de su presencia colonizadora, que la propia Organizaci¨®n para la Unidad Africana. Pero hoy ya no caben dilaciones. Es m¨¢s, representantes cualificados de Espa?a han firmado, en diversas ocasiones, documentos oficiales con diplom¨¢ticos y ministros saharauis comprometi¨¦ndose a seguir los contactos, a ampliarlos y a mejorarlos. Hoy, con el sexto aniversario de la RASD, Espa?a debe actuar.
En ¨¦poca reciente, las autoridades espa?olas se han quejado de que algunos miembros de la OUA desconoc¨ªan la realidad de nuestra patria. Precisamente para estrechar lazos de amistad con el continente fue invitado a visitar Madrid y otras capitales al mismo secretario general de la OUA, Edem Kodjo. Simult¨¢neamente, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha iniciado desde 1977 una pol¨ªtica de acercamiento a Africa que ha tenido ciertos frutos.
Marginar de las relaciones oficiales espa?olas a la Rep¨²blica Arabe Saharaui Democr¨¢tica es tanto, en este momento, como hacerlo con la misma OUA.
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