Bronca a Juanito y gritos contra Boskov
El Kaiserlautern vino a ser un front¨®n y se equivoc¨®. Vino con su mejor hombre, Briegel, lesionado y lo mantuvo durante la mayor parte del encuentro pese a su evidente cojera. Encima, cuando fue retirado Funkel, cambi¨® el marcaje de Stielike por MeIzer y sac¨® a un defensa, Neves, para reforzar la retaguardia. El Kaiserlautern renunci¨® al ataque y su ¨²nica ambici¨®n, la de mantener su porter¨ªa a cero, no pudo cumplirla. El Madrid obtuvo un resultado esperanzador. En noche de victoria a causa de Juanito el p¨²blico sali¨® enfadado del estadio.La victoria madridista qued¨® empa?ada por el esc¨¢ndalo. El tercer gol, m¨¢s que un motivo de satisfacci¨®n, fue la chispa que encendi¨® al p¨²blico en contra de Juanito y posteriormente de Boskov. El extremo madridista, al lograr el tercer tanto, se dirigi¨® con un gesto poco elegante al p¨²blico de la porter¨ªa norte. Garc¨ªa Hern¨¢ndez le sujet¨® para que no insistiera, pero el esc¨¢ndalo no pudo ser evitado. La bronca a Juanito y las protestas cada vez que toc¨® el bal¨®n, se sucedieron. El cambio de Cunningham por Isidro aument¨® la tensi¨®n y hubo fueras a Boskov.
El enrarecido ambiente puso nerviosos a los madridistas que acabaron por perder, durante unos minutos, la br¨²jula. En las postrimer¨ªas del encuentro, hubo una reacci¨®n favorable a Juanito, pero el gol germano sin duda se produjo por el desconcierto creado por el inesperado incidente.
El Kaiserlautern no tuvo nada que ver con esos equipos alemanes que nos presenta la televisi¨®n en sus res¨²menes dominicales.
El principio del encuentro fue netamente dubitativo por parte madridista. Los alemanes renunciaron desde el comienzo al ataque, y el Madrid no encontr¨® mejor f¨®rmula para intentar el gol que repetir el consabido sistema del lanzamiento de balones a¨¦reos sobre el ¨¢rea. La fornida defensa alemana, reforzada siempre, tuvo ventaja en estos env¨ªos y puso las cosas dif¨ªciles al Madrid. Stielike, que en el comienzo pareci¨® inhibirse porque se situ¨® excesivamente retrasado, tard¨® en entrar en juego y en empujar a sus compa?eros de ataque. La principal funci¨®n ordenadora la realiz¨® Gallego, quien sali¨®. con el bal¨®n desde su campo en r¨¢pidas y largas galopadas. "El tic de Santillana", que es lo que tiene el Madrid cuando no encuentra la forma de llegar al ¨¢rea contraria con el bal¨®n dominado, pareci¨® que iba a convertir el encuentro en un constante lanzamiento de corners. Afortunadamente, lleg¨® el inesperado gol de Cunningham, y cuatro minutos m¨¢s tarde, Garc¨ªa Hern¨¢ndez lanz¨® un disparo precioso. Boskov, que no conf¨ªa apenas en este jugador que es sin duda el mejor rematador que tiene en la actualidad el Real Madrid, debi¨® llevarse una grata sorpresa.
La defensa madridista estuvo m¨¢s firme que en otras ocasiones y tanto Sanjos¨¦ como Sabido anduvieron prestos en el corte. El Kaiserlautern, excesivamente agazapado en su campo, contraatac¨® con lentitud, y ello facilit¨® la tarea destructiva de los madridistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.