Un disidente polaco reconoce que Solidaridad no estaba preparada para el golpe de Estado
El disidente polaco Adam Michnik reconoce que el sindicato independiente polaco Solidaridad no estaba preparado ante el golpe de Estado militar en Polonia y apunta la hip¨®tesis de que "quiz¨¢ hoy d¨ªa gobierna el aparato militar y el partido s¨®lo representa una fachada para el ejercicio del poder de los militares".
El extenso an¨¢lisis de Michnlk fue publicado ayer por el semanario alem¨¢n Der Spiegel, que lo consigui¨® "a trav¨¦s de v¨ªas aventureras". Porque el disidente se encuentra internado desde el d¨ªa 13 de diciembre en la c¨¢rcel de Bailoleka, en las proximidades de Varsovia.A sus 35 a?os, Adam Mlchnlk tiene un abundante curr¨ªculo de 32 detenciones y tres condenas, pero, como dice Der Spiegel, todav¨ªa no se le puede doblegar y hacer callar. Desde la c¨¢rcel donde est¨¢ internado, Michnik ha conseguido hacer llegar al semanario de Hamburgo un documento lleno de lucidez y sin apenas huellas de resentimiento
De forma brillante, el joven historiador y disidente polaco analiza el proceso seguido por el sindicato independiente polaco Solidaridad y reconoce errores, al mismo tiempo que critica la dictadura militar vigente en Polonia, sobre la que Michnik parece muy bien informado.
El escrito empieza en tonos ir¨®nicos, que rozan el humor negro cuando dice que los historiadores futuros sabr¨¢n glorificar como se merece la haza?a militar del d¨ªa 13 de diciembre: "La precisi¨®n del golpe, la perfecta elecci¨®n del momento, la sabia ejecuci¨®n de la acci¨®n. El historiador sabr¨¢ describir la firmeza con que se rompi¨® toda la resistencia del enemigo, y los escritores cantar¨¢n los grandiosos triunfos militares conseguidos por este Ej¨¦rcito en las calles de Gdansk, las f¨¢bricas de Varsovia, en las siderurgias, las minas y los astilleros".
Adam Michnik establece las diferencias que existen entre el proceso seguido en Polonia y anteriormente en Hungr¨ªa, el a?o 1956, y Checoslovaquia, en 1968: "Es dif¨ªcil hablar en Polonia de un socialismo de rostro humano. Se trataba m¨¢s bien de un comunismo con los dientes rotos, un comunismo que no pod¨ªa morder m¨¢s y que no se pod¨ªa defender por m¨¢s tiempo ante el ataque de una sociedad organizada".
Seg¨²n Adam Michnik, "en oposici¨®n a las dec laraciones hist¨¦ricas sobre la contrarrevoluci¨®n descarada y el terrorfascista en las f¨¢bricas, ni se derram¨® una gota de sangre". El disidente polaco no ahorra en su an¨¢lisis las cr¨ªticas a Solidaridad, al que califica de "coloso con pies de acero, pero manos de barro, potente en las f¨¢bricas, implantado entre los trabajadores, pero impotente en la mesa de negociaciones".
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