Terror menor
El ¨¦xito obtenido en las ¨²ltimas temporadas por numerosas pel¨ªculas de terror favorece ahora la importaci¨®n indiscriminada de cualquier t¨ªtulo del g¨¦nero. Pel¨ªculas que no superar¨ªan los controles de calidad de los distribuidores consiguen, por su vinculaci¨®n al cine de terror, una carta blanca que intenta estimular su suerte buscando a ese p¨²blico que comprueba por s¨ª mismo el grado de imaginaci¨®n de cada una de las pel¨ªculas terror¨ªficas de fabricaci¨®n reciente.No es mucha. Salvo excepciones, los filmes de terror repiten mon¨®tonamente los esquemas dram¨¢ticos ya conocidos en pel¨ªculas anteriores, tratando en ocasiones de aportarles alguna novedad pero sin lograrlo plenamente. Ese es, al menos, el caso de San Valent¨ªn sangriento donde la actividad criminal de un loco se produce en circunstancias siempre similares, con la misma l¨®gica o ausencia de ella, sin que el espectador entienda muy bien las razones de tal carnicer¨ªa.
San Valent¨ªn sangrieto
Director: George Mihalka. Gui¨®n: John Beaird. M¨²sica: Paul Zaza. Int¨¦rpretes: Paul Kelman, Lori Haller, Neil Afleck. Terror. Norteamericana, 1981. Local de estreno: Madrid 1
Los aciertos hay que buscarlos, pues, en la posible originalidad de los lugares comunes que explica. Pero hay muy poca. Puestos a aceptar que esos j¨®venes reunidos el d¨ªa de los enamorados para celebrar una fiesta, van a ser v¨ªctimas de la maldad del asesino desconocido, s¨®lo cabe esperar que cada situaci¨®n de peligro aporte una idea suficientemente nueva como para que el espectador se emocione y hasta se preocupe. George Mihalka no ha aprovechado, sin embargo, las sugerencias del guionista. Quiz¨¢ porque no ha contado con buenos actores o porque su evidente falta de dominio profesional es incapaz de enriquecer lo que sobre el papel estaba escrito lo cierto es que San Valent¨ªn sangriento es una pel¨ªcula escasa en sus aciertos. M¨¢s imaginativos son los conceptos que las realidades y si ello es malo en cualquier pel¨ªcula, en el g¨¦nero de terror es doblemente grave.
Babelia
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