Mosc¨² no acepta discutir con Washington sobre Centroam¨¦rica

El Kremlin no aceptar¨ªa una posible negociaci¨®n con Washington sobre la crisis de Centroam¨¦rica, seg¨²n se estima en c¨ªrculos occidentales de la capital sovi¨¦tica. La Prensa de Mosc¨² ni tan siquiera ha recogido la oferta oficiosa hecha al respecto por c¨ªrculos cercanos al Departamento de Estado norteamericano.No obstante, Mosc¨² sigue muy de cerca los acontecimientos que se desarrollan en torno a El Salvador, manteniendo, en todo caso, una distancia cr¨ªtica. En repetidas ocasiones, los sovi¨¦ticos han negado su supuesta intervenci¨®n en dicho conflicto.

El domingo, Pravda, ¨®rgano del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS), atacaba de nuevo a Washington. Dicho diario afirmaba que, con su pol¨ªtica insensata, Estados Unidos estaba creando "peligrosos focos de tensi¨®n", que, como en el caso de Centroam¨¦rica, son comparables a "un volc¨¢n a punto de entrar en erupci¨®n".

Sin embargo, para Mosc¨², la situaci¨®n en El Salvador es simplemente "un asunto interno" de dicho pa¨ªs, del que afirma mantenerse al margen. Seg¨²n se ha insistido en repetidas ocasiones en la Prensa sovi¨¦tica, la soluci¨®n a la crisis salvadore?a pasa por un acuerdo entre las fuerzas en conflicto del que Washington -y se supone que por supuesto Mosc¨²- debe permanecer apartado.

El Kremlin ve en El Salvador, seg¨²n se deduce de los comentarios de Prensa, un problema artificial que Estados Unidos utiliza para atacar a los reg¨ªmenes hostiles de Cuba y Nicaragua.

Pero, a pesar de la vehemencia con que Mosc¨² ataca a Washington por su apoyo a la Junta salvadore?a, los observadores occidentales estiman que el Kremlin trata de extremar su prudencia respecto a la crisis centroamericana. Seg¨²n se estima en Mosc¨², dos son las razones b¨¢sicas que generan esta prudencia: por un lado, la creencia de que Estados Unidos est¨¢ dispuesto a jugar fuerte en el tema, lo que podr¨ªa empeorar a¨²n m¨¢s el ya tenso clima internacional; por otro, el temor de que la instauraci¨®n de un r¨¦gimen socialista en El Salvador lleve aparejado -como es de suponer- un apoyo financiero s¨®lido de la URSS.

En este sentido -seg¨²n se estima en la capital sovi¨¦tica-, Mosc¨² puede estar dispuesto a colaborar en la b¨²squeda de una soluci¨®n pac¨ªfica en El Salvador. Pero, previsiblemente, esta colaboraci¨®n ser¨ªa indirecta, influyendo y presionando, si es necesario, sobre Cuba y Nicaragua. Por el contrario, no se cree que el Kremlin se disponga a negociar el asunto directamente con Estados Unidos, dado que esto supondr¨ªa el reconocimiento de su ayuda a guerrilleros salvadore?os y guatemaltecos, as¨ª como su presencia soterrada en el conflicto.