Carlismo vanguardista

Le escribo esta carta con ocasi¨®n del art¨ªculo Las dos Espa?as y el Rey, firmado por V¨ªctor Salmador (EL PAIS, 26 de febrero). Concretamente, quisiera expresar mi protesta ante el trato, en mi opini¨®n tendencioso, que recibe el carlismo de la mano del se?or Salvador. Parece mentira que un hecho de tanta trascendencia en nuestra historia, y que dio lugar a tres guerras civiles, sea liquidado, aunque sea perifr¨¢sticamente, con cuatro palabras: carlistas, ultras; liberales, dem¨®cratas.Que el carlismo en un principio estuviera ligado a los caracteres que tan poco rigurosamente le atribuye el se?or Salvador, no voy a discutirlo. Pero no es de olvidar que, por encima de pleitos din¨¢sticos y de integrismos, el carlismo incorpor¨® muy pronto a su doctrina una serie de conceptos -democracia desde abajo, fueros, propiedad comunal de las tierras, etc¨¦tera- que hicieron aparecer como retr¨®grados a los liberales, y al carlismo como un movimiento que lleva casi 150 a?os en vanguardia de la lucha por las libertades. Otra vez, el se?or Salvador debe procurar darnos una visi¨®n m¨¢s correcta de la historia a los que no sabemos tanto como ¨¦l. /