China acoge con prudencia el ofrecimiento de Breznev para la normalizaci¨®n de relaciones

China ha reaccionado con prudencia a la propuesta de normalizaci¨®n de relaciones entre Pek¨ªn y Mosc¨² ofrecida el pasado mi¨¦rcoles por Le¨®nidas Breznev en Tashkent (Uzbequist¨¢n). "Todav¨ªa no hemos visto el texto completo" (del discurso del l¨ªder sovi¨¦tico), se coment¨® oficialmente ayer en la capital china.

Sin embargo, determinados indicios hacen suponer que Breznev ha lanzado su propuesta en el momento adecuado, a sabiendas de que los dirigentes chinos no har¨ªan o¨ªdos sordos al ofrecimiento de Mosc¨².El tema de las relaciones entre Estados Unidos y Taiwan parece haber sido determinante en la mejora del clima entre sovi¨¦ticos y chinos. El pasado 13 de marzo, un portavoz oficial de Pek¨ªn coment¨® que la decisi¨®n de la Administraci¨®n Reagan de vender armas a Taiwan podr¨ªa tener "graves consecuencias" para la relaci¨®n entre Washington y Pek¨ªn.

Esta alerta fue escuchada en Mosc¨², antes que en la capital estadounidense. As¨ª, las t¨ªmidas declaraciones del primer ministro sovi¨¦tico, Nikolai Tijonov, el mes pasado, acerca de una normalizaci¨®n chino-sovi¨¦tica, fueron ampliadas por Breznev en Tashkent, con la presentaci¨®n de los puntos para volver a negociar el contencioso fronterizo entre ambos pa¨ªses.

De igual manera, coincidiendo con el enfriamiento de las relaciones chino-norteamericanas, tanto la prensa china como la sovi¨¦tica -en especial su portavoz de pol¨ªtica exterior, Tiempos Nuevos-, bajaron el tono de cr¨ªticas rec¨ªprocas y dos altos mandatarios chinos, el hombre fuerte, Deng Xiaoping, y el vice primer ministro, Li Xiannian, se refirieron a que China est¨¢ dispuesta a negociar con la URSS sobre el problema territorial.

No es una casualidad que Deng se refiriera a la normalizaci¨®n con Mosc¨² en su entrevista con el camboyano Norodom Sihanuk, hace m¨¢s de una semana, pero la informaci¨®n se hizo p¨²blica por la revista Liaowang coincidiendo con la oferta de Breznev.

El l¨ªder sovi¨¦tico concret¨® sus propuestas en unos tonos extremadamente distendidos hac¨ªa Pek¨ªn. Seg¨²n Breznev, la URSS est¨¢ dispuesta a emprender negociaciones "sin condiciones previas" y reconoce "el car¨¢cter socialista del r¨¦gimen de China", rechaza "la teor¨ªa de las dos Chinas" (Pek¨ªn posee la soberan¨ªa sobre la isla de Formosa) y ofrece "medidas de confianza", como la notificaci¨®n de maniobras militares.

La insistencia de la Administraci¨®n Reagan de potenciar sus relaciones con Taiwan es el cimiento sobre el que se asienta el cambio de postura china respecto a Mosc¨² y as¨ª lo han entendido los sovi¨¦ticos, que tratan de aprovechar la ocasi¨®n.

Seg¨²n Liaowang, Deng coment¨® a Sihanuk que EE UU debe comprender que "la cuesti¨®n de Taiwan no es un juego, sino algo que puede enfriar las relaciones EE UU-China".

Por su parte, la URS S, una vez afianzada su alianza con la India, lo que demostr¨® la reciente visita a Nueva Delhi del mariscal Dimitri Ustinov y asegurado el apoyo de Vietnam, Camboya y Laos -el jefe del Estado Mayor sovi¨¦tico, Nikolai Ogarkov, estuvo recientemente en Hanoi-, Mosc¨² se dispone a mejorar el clima con los otros colosos de Asia, China y Jap¨®n. Con este ¨²ltimo pa¨ªs la situaci¨®n es especialmente dif¨ªcil debido al contencioso territorial de las islas Kuriles que enfrenta a ambos pa¨ªses.

Lo que comenz¨® siendo una disputa sobre "pureza ideol¨®gica" entre sovi¨¦ticos y chinos al final de los a?os cincuenta, se convirti¨® en choques armados en 1963 bajo la excusa de unos peque?os territorios entre los r¨ªos Amur y Usuri.

En 1969 se registraron los primeros muertos en el momento m¨¢s tenso de las relaciones chino-sovi¨¦ticas, propiciado por los acontecimientos internos de China -la Revoluci¨®n Cultural-. La derrota militar china de entonces provoc¨® agrios enfrentamientos entre los mao¨ªstas y el pragmatismo del primer ministro Zhou Enlai. Cuando ¨¦ste consolid¨® su l¨ªnea pol¨ªtica, en 1973, Breznev hizo el primer ofrecimiento de negociaciones serias (las de 1964 y 1969 fueron rotundos fracasos).

Entre los a?os 1978 y 1979 se produce un sinfin de contactos, sin resultados, en los que participan Alexei Kosiguin, Andrei Gromiko y un buen conocedor de Madrid a estas alturas, Le¨®nidas llitchev, embajador actual en la CSCE.