Antisemitismo y anticristianismo

La p¨¢gina que este peri¨®dico concede a la opini¨®n constituye una de las m¨¢s prestigiosas tribunas de la Prensa espa?ola actual; por tanto, no es nada grato constatar que en el d¨ªa de hoy, 27 de marzo de 1982, aparece en ella un barrunto provocativo de gran calibre; me refiero al art¨ªculo Otra modalidad de antisemitismo, de Leopoldo Azancot. Que se trata de un mero barrunto es cosa obvia; pero es que a lo ¨²nico que puede aspirar el mencionado autor es a causar indignaci¨®n por sus repetidas ofensas al cristianismo y por su torticera interpretaci¨®n de la historia (que confunde con su histeria particular).Yo, que creo en la existencia de una tradici¨®n judeocristiana, presiento que tal creencia va a tener much¨ªsimos adeptos si sus detractores son tan pedestres. Pero me parece lamentable que se enuncie tan f¨¢cil como ingenuamente una ecuaci¨®n tan falaz y peligrosa como: antijuda¨ªsmo = antisemitismo = antisionismo, lo que da pie para traer a colaci¨®n los nombres de Hitler y del Santo Oficio, por desgracia tan socorridos. Todo esto lleva al planteamiento de algunas preguntas: ?Fueron acaso los jud¨ªos las ¨²nicas v¨ªctimas del genocidio nazi? ?,Es l¨ªcito olvidar a los gitanos, por ejemplo? ?La Inquisici¨®n no actuaba acaso contra malos cristianos, es decir, contra quienes hab¨ªan renegado ya de su condici¨®n religiosa? ?Por qu¨¦ es m¨¢s oscura la leyenda negra de la Inquisici¨®n espa?ola que la de las dem¨¢s inquisiciones que en el mundo han sido? ?La intolerancia, tan de lamentar, para con los jud¨ªos, no responder¨¢ acaso al hermetismo judaico? Es menester reflexionar al respecto.Ante las expresiones "vicios del cristianismo", "pedir responsabilidades al cristianismo por sus excesos", "filiaci¨®n aberrante"..., uno se pregunta hasta qu¨¦ punto el se?or Azancot logra encontrar "una nueva forma de antisemitismo" o, mejor dicho, de incitar al antisemitismo. Todos los pueblos y religiones, y, por tanto, el pueblo hebreo y la religi¨®n jud¨ªa, se hacen acreedores de mi respeto, como yo, en mi calidad de cristiano, como todos los cristianos nos hacemos acreedores de un respeto que el se?or Azancot parece malintencionadamente ignorar. /