Aparici¨®n tard¨ªa de la imprenta

Una parte de la exposici¨®n C¨¢diz, la imagen y la imprenta recoge un panorama de libros, folletos, hojas y peri¨®dicos impresos en la ciudad gaditana. Los or¨ªgenes de la imprenta gaditana comienzan con la publicaci¨®n del Manuale Iudicum, de Rodrigo de Cabrera, en 1598, siglo y medio m¨¢s tarde que las obras surgidas del taller de Gutenberg. Esta primera edici¨®n fue realizada por Bartolom¨¦ Rodrigo Calder¨®n, quien llev¨® su prensa desde Sevilla, ciudad que reun¨ªa el mayor n¨²mero de tip¨®grafos, al ser durante el siglo XVI un gran centro cultural y editorial.Los impresores de los siglos XV, XVI y XVII realizaban sus trabajos donde eran requeridos. La tard¨ªa aparici¨®n de la imprenta en C¨¢diz se debe tambi¨¦n a la falta de mecenas entre los cargos eclesi¨¢sticos que impulsaran la industria artesana del libro, como ocurri¨® en Granada y C¨®rdoba, o nobles que contrataran sus servicios, como es el caso de poblaciones como Puerto de Santa Mar¨ªa, Sanl¨²car o Medina Sidonia, que tuvieron ediciones anteriores a las impresas en la capital. Hubo incluso autores residentes en C¨¢diz que tuvieron que recurrir a imprentas de Sevilla y Madrid , como los casos del cosm¨®grafo Mart¨ªn Cort¨¦s, el m¨²sico Luis de Cardona, el obispo Antonio Zapata o el ingeniero Crist¨®bal de Rojas.

A lo largo del siglo XVII se instalan en C¨¢diz varios impresores, que no llegan a tener suficientes encargos, entre los que destacan Fernando Rey y Juan de Borja, nombrado impresor de la ciudad a partir de 1624. A partir de esta fecha se suceden los pleitos para evitar la competencia, ante las dificultades de trabajo. Durante el siglo XVII, la situaci¨®n econ¨®mica se refleja de forma negativa en la edici¨®n de libros, y la Contrarreforma tambi¨¦n afectar¨¢ a la calidad, n¨²mero y variedad de las ediciones.

El avance de la industria tipogr¨¢fica ser¨¢ notable en el siglo XVIII con el auge econ¨®mico. En 1801 llegan a funcionar siete imprentas y aumenta los peri¨®dicos.