Fern¨¢n G¨®mez estrena una comedia de costumbres sobre la 'realidad recordada' de la guerra civil
Jos¨¦ Carlos Plaza dirige en el teatro Espa?ol el montaje de 'Las bicicletas son para el verano'
El actor y autor Fernando Fern¨¢n G¨®mez es el espectador m¨¢s silencioso de los ¨²ltimos ensayos de su obra Las bicicletas son para el verano, que hoy, a las diez de la noche, se estrena en el teatro Espa?ol, del Ayuntamiento de Madrid, tras un retraso de un mes a causa de un conflicto laboral entre los t¨¦cnicos de escenario y el Ayuntamiento. El autor de la pieza teatral, ganadora de Premio Lope de Vega, "una comedia de costumbres, ¨ªntima, cotidiana, que intenta plasmar una realidad recordada sobre el asedio de Madrid durante la guerra civil", prefiere quedarse en casa a la espera de estreno, pero sigue con atenci¨®n el montaje espectacular que dirige Jos¨¦ Carlos Plaza, con escenograf¨ªa de Javier Navarro y m¨²sica de Mariano D¨ªaz.
Fernando Fern¨¢n G¨®mez, de 61 a?os, con una amplia carrera como actor y director de cine y teatro, no se muestra satisfecho de sus anteriores experiencias como autor teatral. En los a?os cuarenta, seguro de su impacto en el p¨²blico, estren¨® la comedia Marido y medio, y result¨® un fracaso. M¨¢s reciente es su montaje de Los domingos, bacanal, estrenada en pleno verano, "con una aceptaci¨®n desigual". Tiene escrita otra obra, La coartada, finalista del Premio Lope de Vega, ambientada en el Renacimiento, "que por curiosidad me la pidieron los dos o tres empresarios de teatro que hay en Espa?a, y no es muy adecuada para su montaje, al tener muchos personajes.Hoy estrena Las bicicletas son para el verano, Premio Lope de Vega 1977, un galard¨®n que lleva en sus bases iniciales el montaje obligatorio y que en numerosas ed¨ªciones ha recibido pobreza de medios y las peores fechas para su presentaci¨®n. En esta ocasi¨®n, el humor esc¨¦ptico de Fern¨¢n-G¨®mez se sorprende de las atenciones t¨¦cnicas y profesionales que recibe su comedia, aunque larnenta el tiempo transcurrido desde que escribi¨® la obra. "Mi opini¨®n, ojal¨¢ que me equivoque, es que no se estrena en su momento. Una de las intenciones de la obr a es que fuera oportunista, y creo que lo era hace cinco a?os cuando la present¨¦ al concurso, a pesar de que se trataba de una obra que se desarrolla durante la guerra civil, en el Madrid rojo. Ahora se ha quedado un poco en una obra hist¨®rica".
El autor est¨¢ pendiente de la reacci¨®n del p¨²blico para conocer el paso del tiempo desde la creaci¨®n hasta el montaje. "Cuando recibi¨® el premio", dice Fern¨¢n-G¨®mez, "pod¨ªa ser una obra algo ins¨®lita, mientras que ahora es todo lo contrario. Los tiempos marchan muy deprisa, y todo lo que en aquellos momentos era sorprendente ahora es habitual, aunque los problemas de fondo no han cambiado. El tema de la comedia ha sido demasiado tratado en estos ¨²ltimos a?os".
Vivir los recuerdos
El autor de Las bicicletas son para el verano ten¨ªa catorce a?os cuando estall¨® la guerra civil. Su obra, situada en Madrid, comienza el 12 de julio de 1936 y termina a primeros de abril de 1939. "Desde hace muchos a?os observo que muchos novelistas, no autores dram¨¢ticos, ten¨ªan casi todos una obra dedicada a su adolescencia. A m¨ª se me ocurri¨® que se pod¨ªa intentar esto mismo en el teatro, y as¨ª parti¨® la idea de la obra. Mi intento era hacer una comedia de costumbres y, por tanto, bastante superficial, aunque las costumbres de Madrid en los a?os en que se desarrolla la obra no eran los toros y las verbenas. He intentado plasmar una realidad, pero una realidad so?ada de una manera muy personal, de ninguna manera con un af¨¢n documental o historicista. Reflejo lo que yo creo recordar, las preocupaciones y sentimientos de la gente com¨²n en aquellos a?os".El temperamento an¨ªmico de Fern¨¢n G¨®mez est¨¢ descaradamente inclinado hacia el pasado. "Los recuerdos son muy reales, forman parte de la realidad. Soy una persona que vive mucho en los recuerdos, m¨¢s que en el presente, y esto lo considero un defecto m¨¢s que una virtud. En Las bicicletas son para el verano hay una mezcla de la existencia real de unas personas, la transformaci¨®n que en ellas haya podido operar mi mala memoria y un intento de que todo tenga una entidad teatral".
Un reto apasionante
La comedia, realista, ¨ªntima, cotidiana, tiene un montaje espectacular por parte de su director, Jos¨¦ Carlos Plaza, con el que est¨¢ de acuerdo Fern¨¢n G¨®mez, quien manifiesta que "sinceramente nunca que se pod¨ªa hacer de una manera espectacular que va a favor de la comedia, y me parece adecuada". Para Jos¨¦ Carlos Plaza, el montaje ha sido "un reto apasionante". "La obra me impresion¨® por el cari?o y la comprensi¨®n hacia ese peque?o mosaico de la vida madrile?a; esa mirada al pasado, llena de amor y tristeza hacia unas personas que vivieron a?os terribles. El montaje es absolutamente realista, en contra de mi personalidad como director, excepto el final de la obra, y junto con el decorado he intentado unir el mundo del recuerdo y el mundo de la realidad con objeto de crear un espacio sugerente".La obra est¨¢ dividida en diecisiete cuadros, lo que imprime un ritmo cinematogr¨¢fico. A Plaza le ha preocupado el movimiento de veintitr¨¦s personajes, que se mueven en siete espacios distintos a lo largo de tres a?os. "Un trabajo de organizar esc¨¦nicamente una enorme acumulaci¨®n de datos cotidianos, comportamientos diarios, teniendo como fondo un Madrid bombardeado y cercado".
En el amplio reparto de la obra figuran Berta Riaza, Agust¨ªn Gonz¨¢lez, Enriqueta Carballeira, Mar¨ªa Luisa Ponte, Mari Carmen Prendes, Gerardo Garrido, Pilar Bayona y Alberto Delgado.
Como ambiente de la ¨¦poca de la obra, en el sal¨®n de t¨¦ del teatro se exponen carteles de la guerra civil. A partir del d¨ªa 28, en funciones de noche, se presentar¨¢ El grito, de Fernando Qui?ones, con Vicky Lagos e Ismael Merlo.
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