El cine sovi¨¦tico lucha por vincularse a los gustos del mercado europeo

Los organizadores del ciclo de cine sovi¨¦tico moderno que se celebra esta semana en Madrid y Barcelona simult¨¢neamente quieren combatir con la selecci¨®n de t¨ªtulos que presentan el extendido criterio negativo, que normalmente circula por los festivales internacionales, en torno a una cinematograf¨ªa tan fuertemente controlada por el Estado como la sovi¨¦tica. En este sentido se?alan que el cine que se hace actualmente en la URSS se asemeja al que triunfa en otros lugares de Europa occidental y Am¨¦rica, a cuyos gustos generales quisiera vincularse la mencionada cinematograf¨ªa.Precisan los organizadores del ciclo que algunas de las pel¨ªculas elegidas, como, por ejemplo, Unos d¨ªas en la vida de Ivan Oblomov, que hoy se presenta en Valencia, ha obtenido un importante ¨¦xito de p¨²blico y cr¨ªtica en algunas importantes ciudades de los Estados Unidos, donde el cine sovi¨¦tico comienza a ser algo conocido gracias al ¨®scar que la Academia de Hollywood otorg¨® hace dos a?os a Mosc¨² no cree en las l¨¢grimas, mal recibida, en cambio, en su estreno en Espa?a.

Un p¨²blico no muy numeroso acude a las sesiones programadas, t¨ªmidamente, por la Filmoteca Nacional. La ausencia de una informaci¨®n paralela desconecta las pel¨ªculas de su entorno; sin embargo, las reacciones de los espectadores ante t¨ªtulos como el citado reemplazan esa falta de datos. La excelente interpretaci¨®n de los actores, generalmente com¨²n a todos los t¨ªtulos sovi¨¦ticos, permite una complicidad inmediata, que suple la escasa informaci¨®n.

Con similar expectativa se aguarda el t¨ªtulo que oficialmente clausurar¨¢ esta muestra, La tripulaci¨®n, de Igor Talankin, presente en la semana, que viene precedido de excelentes comentarios cr¨ªticos. Ello indica que las pel¨ªculas seleccionadas han sido ya presentadas en otras convocatorias y no responden, por lo tanto, al aut¨¦nticamente ¨²ltimo cine sovi¨¦tico, lo que, sin duda, corresponde tambi¨¦n al criterio con que se seleccionaron las pel¨ªculas espa?olas presentadas en Mosc¨². En ambos casos, fueron los organismos sovi¨¦ticos quienes eligieron los t¨ªtulos. "No pretendemos hacer creer que nuestra cinematograf¨ªa es extraordinaria"', declar¨® a EL PAIS el portavoz de la comisi¨®n oficial en la Semana, "pero s¨ª mostrar que nuestros mejores cineastas tienen la misma preocupaci¨®n formal que espor¨¢dicamente aparecen en otras cinematograf¨ªas europeas".

Numerosas pel¨ªculas sovi¨¦ticas son premiadas en festivales internacionales (Sinfon¨ªa para un piano mec¨¢nico lo fue, por ejemplo, en San Sebasti¨¢n en su convocatoria de hace dos a?os) pero no cuentan con una distribuci¨®n normalizada. El mercado de Europa se abastece preferentemente de productos norteamericanos.