Cuarenta mil pesetas de renta mensual por una manzana entera en el centro de Barcelona
Varias edificaciones de Barcelona, valoradas en m¨¢s de mil millones de pesetas, y arrendadas por la exigua cifra de 40.000 pesetas al mes, se hallan pendientes de un litigio en el que est¨¢n implicadas las empresas de distribuci¨®n cinematogr¨¢fica, Balcine, S. A. -cuyo principal accionista es el conocido empresario Pedro Bala?¨¢-, y Cines Unidos, S. A. (Cinusa). El conflicto se refiere a la adjudicaci¨®n arrendaticia de los citados inmuebles, propiedad de la fundaci¨®n ben¨¦fica Roca i Pi de Badalona, situados en la calle de Caspe, n¨²meros 1 al 13, junto al paseo de Gracia, en el mismo centro de Barcelona.
El legado Roca i Pi est¨¢ destinado enteramente a mantener el ¨²nico asilo de ancianos de Badalona, localidad del cintur¨®n industrial barcelon¨¦s, con una poblaci¨®n actual de 200.000 habitantes. Una larga cadena de arriendos y subarriendos de los locales, improductivos para la fundaci¨®n, impiden, sin embargo, que esta gran fortuna sea suficiente para la supervivencia de 72 ancianos.El mencionado conflicto judicial -pendiente hoy de su resoluci¨®n por la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo- afecta, entre otros inmuebles, al cine Novedades, la sala de exhibici¨®n cinematogr¨¢fica de mayor capacidad de Barcelona. Se encuentra asimismo en discusi¨®n la adjudicaci¨®n arrendataria del hotel Barcelona y el aparcamiento Novedades. Dichos inmuebles ocupan pr¨¢cticamente una manzana de superficie, produciendo apenas una renta mensual de 40.000 pesetas. Su exigua rentabilidad se explica por una larga cadena de operaciones mercantiles consentidas durante largos a?os por el Patronato de la Fundaci¨®n Roca i Pi. La gesti¨®n de ¨¦ste patronato est¨¢ encomendada a la parroquia de Santa Mar¨ªa de Badalona, la cual, recibe a su vez, las correspondientes indicaciones del Arzobispado de Barcelona
Las rentas no han revertido en la fundaci¨®n
Aunque la situaci¨®n del inmueble Roca i Pi -hoy valorado en mil millones de pesetas- favorece su explotaci¨®n, sus rentas no han revertido nunca totalmente en la fundaci¨®n. En efecto, una larga cadena de subarrendamientos e intermediarios producida con consentimiento expreso del patronato desde 1918 hasta 1977, origin¨® la improductividad del legado, cuyas rentas ni siquiera alcanzaron a mantener el peque?o asilo de Badalona. Cabe se?alar, por ejemplo, que mientras el subarrendatario Balcine, S. A. (propietario del cine Novedades), pagaba en 1979 una renta mensual de 700.000 pesetas, la fundaci¨®n percib¨ªa por el arrendamiento s¨®lo 35.000 pesetas al mes. En igual situaci¨®n se encuentran el hotel Barcelona y el aparcamiento Novedades. Junto a ¨¦stos existen otros locales comerciales en el mismo r¨¦gimen de subarriendos sucesivos encontr¨¢ndose, al menos, un bingo, una bolera, una sala de fiestas, una sastrer¨ªa, un local de futbolines, una relojer¨ªa y una tienda de antig¨¹edades. A los perjuicios de esta explotaci¨®n cabe a?adir que el patronato no gestion¨® en forma debida las exenciones fiscales.Varias asociaciones de la tercera edad, partidos pol¨ªticos y, en especial, la Joven C¨¢mara Econ¨®mica de Badalona han efectuado repetidas gestiones ante el patronato de la fundaci¨®n con la finalidad de democratizar su gesti¨®n y hacer rentable el patrimonio. En la actualidad, el ¨®rgano de gesti¨®n del legado Roca i Pi est¨¢ todav¨ªa constitu¨ªdo por un patronato en el que participan el rector y el vicario de la parroquia Santa Mar¨ªa de Badalona, directamente asesorados por el Obispado de Barcelona. El juez de distrito de Barcelona, Antonio Lligo?a, nombrado por el ¨²ltimo alcalde franquista de Badalona, es el tercer miembro del patronato.
Desde la muerte, en 1969, de la viuda del arrendatario original de los locales, Elvira Cifuentes, se agudizaron las extra?as operaciones de sucesivos subarrendamientos. En los mismos aparece con car¨¢cter contractual un personaje, Ram¨®n Sanch¨ªs de los Santos, cuya presencia es una extra?a constante en varias operaciones de esta ¨ªndole. Sanch¨ªs -estrechamente relacionado con el Arzobispado de Barcelona- es incluso uno de los tres firmantes de precontratos de arrendamiento a quienes en octubre de 1979 el patronato adjudic¨® s¨²bitamente el alquiler de los locales, tras haber desahuciado judicialmente a sus anteriores ocupantes, entre los que ¨¦l mismo se encontraba como subarrendatario.
En 1977 el patronato hab¨ªa presentado ante el Juzgado de Barcelona una demanda de desahucio por expiraci¨®n del t¨¦rmino pactado. El Tribunal Supremo, en casaci¨®n, confirm¨® la sentencia del Juzgado de Primera Instancia de Barcelona en marzo de 1979, dando lugar al desahucio de los arrendatarios teatro Novedades, aparcamiento Novedades y hotel Barcelona. La sentencia no afectaba a los subarrendatarios, contra quienes no se interpuso demanda. Tres meses despu¨¦s aparecen de nuevo operaciones secretas del patronato, quien, de forma s¨²bita y sin cubrir el tramite de informaci¨®n p¨²blica, firm¨® tres precontratos de arrendamiento con otra empresa cinernatogr¨¢fica, Cinusa, con el hotel Barcelona y con los propietarios de estos ¨²ltimos, a los que se a?ade Ram¨®n Sanch¨ªs, para la explotaci¨®n del aparcamiento. En todos ellos se contemplaba tambi¨¦n el derecho de subarriendo.
En el momento de suscribirse los mencionados precontratos no se hab¨ªa procedido al lanzamiento del desahuciado arrendatario del teatro Novedades, cuyo propietario, el industrial Pedro Bala?¨¢, titular a su vez de otra gran distribuidora cinematogr¨¢fica, Balcine, S. A., realiz¨® entonces una oferta superior en renta mensual y donativo inicial a la concertada con Cinusa por el patronato. Las consecutivas ofertas econ¨®micas de Bala?¨¢ y Cinusa se realizaron con intervenci¨®n de las asociaciones ciudadanas, demostrando as¨ª que la rentabilidad del patrimonio Roca i Pi es posible.
Esta competitividad ofreci¨® a la ya complicada historia de la fundaci¨®n nuevos conflictos tras la denuncia efectuada por la Joven C¨¢mara de Badalona al Gobierno Civil de Barcelona y al Ministerio de Sanidad de los mencionados precontratos. Una resoluci¨®n de este ¨²ltimo organismo dej¨® sin efecto la ¨²ltima operaci¨®n mercantil realizada por el patronato con los muchos arrendatarios, reclamando una adjudicaci¨®n p¨²blica de los locales mediante concurso-subasta. Este concurso no pudo, sin embargo, realizarse a consecuencia del recurso contencioso- administrativo interpuesto por los firmantes de los citados precontratos en julio de 1980, que se halla todav¨ªa pendiente de resoluci¨®n por el Tribunal Supremo, tras una primera sentencia de la Audiencia Nacional, contraria a las citadas adjudicaciones, en diciembre de 1981. El concurso p¨²blico para la adjudicaci¨®n de los alquileres se halla, desde entonces, en suspenso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.