Estados Unidos se colocar¨¢ del lado brit¨¢nico en caso de guerra
El posible fracaso de las gestiones diplom¨¢ticas en el conflicto argentino-brit¨¢nico en relaci¨®n con la soberan¨ªa de las islas Malvinas, abre paso a todo tipo de especulaciones en Washington sobre las repercusiones de una contienda armada. Predomina el sentimiento de que Estados Un? dos apoyar¨¢ log¨ªsticamente al Reino Unido, mientras que informes en el Congreso norteamericano se?alan la posibilidad de que Argentina pueda contar pr¨®ximamente con bombas nucleares. Seg¨²n informes de la cadena de televisi¨®n CBS, un centenar de comandos brit¨¢nicos habr¨ªan llegado ya a la parte este de las islas Malvinas para preparar lo que se prev¨¦ como un inminente desembarco."Todos los canales de negociaci¨®n contin¨²an abiertos", dijeron en el Departamento de Estado, recordando la nueva propuesta de paz presentada por la Administraci¨®n del presidente Ronald Reagan a los Gobiernos de Londres y Buenos Aires. Pero la tensi¨®n era considerable en relaci¨®n con la posible escalada militar; sobre todo, porque el plan de paz (retirada rec¨ªproca de fuerzas, control tripartito brit¨¢nico-argentino-norte americano y promesa de descolonizaci¨®n en cinco a?os) no representaba grandes cambios en relaci¨®n con los lanzados en las ¨²ltimas semanas, a lo largo de la espectacular y escasamente fruct¨ªfera diplomacia volante ' del secretario de Estado, Alexander Haig.
"El principal ganador de la crisis de las Malvinas puede ser la Uni¨®n Sovi¨¦tica", advirti¨® Norman Bailey, miembro del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca. Confirm¨® que los argentinos recib¨ªan informaciones, v¨ªa sat¨¦lite, por parte de los sovi¨¦ticos. Tambi¨¦n temen en Washington que la internacionalizaci¨®n del conflicto perjudicar¨¢ la imagen de EE UU en Latinoam¨¦rica y en los pa¨ªses del Tercer Mundo.
Pero la solidaridad de Estados Unidos con su aliado tradicional brit¨¢nico es un hecho que se da por aceptado en todos los estamentos de la Administraci¨®n Reagan, desde el Congreso hasta la Casa Blanca, pasando por el Departamento de Estado y el Pent¨¢gono. Bailey reconoci¨® que los brit¨¢nicos, adem¨¢s de cooperaci¨®n en la isla de Ascensi¨®n, de acuerdo con el tratado norteamericano-brit¨¢nico de 1962, esperaban otras facilidades militares de Norteam¨¦rica, "aunque", a?adi¨® Bailey, "no hay nada decidido".
En el Congreso hay opini¨®n mayoritaria para el apoyo de EE UU al Reino Unido. Se tiene en cuenta la Importancia pol¨ªtica y estrat¨¦gica de demostrar inequ¨ªvocamente que los intereses prioritarios norteamericanos pasan por Europa occidental en su Alianza Atl¨¢ntica, para hacer frente a la URSS, por encima de las complicaciones que puedan surgir con el tambi¨¦n aliado argentino. En tal sentido cabe destacar las palabras del secretario de Estado, Haig, ante la C¨¢mara de Comercio de EE UU: "La alianza atl¨¢ntica es fundamental para nuestra seguridad", dijo Haig, "y su ruptura ser¨ªa un desastre inevitable para nuestras democracias industriales".
En medios period¨ªsticos norteamericanos circula la informaci¨®n de que Argentina estar¨ªa muy pr¨®xima a contar con la posibilidad de fabricar una bomba at¨®mica, y, en principio, destinado al desarrollo de la energ¨ªa nuclear con fines pac¨ªficos.
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