2.500 militares y 100 civiles velar¨¢n por la paz entre Egipto e Israel
Los centinelas son asi¨¢ticos de las islas Fidji; los encargados de la log¨ªstica e intendencia, norteamericanos; los pilotos, de nacionalidad francesa, y los ch¨®feres y mec¨¢nicos, uruguayos. Otras siete nacionalidades se hallan tambi¨¦n representadas en esta antigua base a¨¦rea, abandonada por Israel, situada a unos veinte kil¨®metros de la actual frontera egipcio- israel¨ª, en la localidad de rafah, y convertida en el cuartel general de la Fuerza Internacional de Observaci¨®n (FMO), a la que incumbe controlar la paz egipcio-israel¨ª tras la restituci¨®n a El Cairo de la pen¨ªnsula del Sina¨ª. Un enviado especial de EL PAIS ha pasado un d¨ªa con los integrantes de esta nueva torre de Babel.El-Gorra es la antigua base a¨¦rea israel¨ª de Eitam, la m¨¢s moderna de las edificadas en el Siria¨ª, considerada -como una posici¨®n avanzada de combate, en la que radicaban cuatro escuadrillas de aviones Mirage. La FMO ha heredado solamente las pistas, el terreno deportivo y una parte de los alojamientos. Todo lo dem¨¢s ha sido destruido pocos d¨ªas antes del 25 de abril, fecha de la restituci¨®n del Sina¨ª.
La FMO, integrada por contingentes de diez pa¨ªses y dirigida por un general noruego, ha sentado aqu¨ª su cuartel general. El grueso de la tropa est¨¢ compuesto por quinientos soldados colombianos y otros tantos de las islas Fidji. El resto est¨¢ formado por los doscientos hombres del Estado Mayor, dirigido por el coronel norteamericano John Jarret, y las diversas unidades log¨ªsticas. La francesa, dirigida por el teniente coronel Pierre Mace, tiene a su cargo dos aviones de transporte y tres helic¨®pteros, con un total de 35 hombres. Holanda est¨¢ representada por un centenar de especialistas en comunicaciones, y el Reino Unido, por dos docenas de polic¨ªas militares, encargados de la seguridad interior de la base.
La gran novedad de la base son las veintis¨¦is mujeres-soldado. La francesa Christine, perteneciente a las fuerzas a¨¦reas, ha sido elegida t¨¢citamente por los hombres miss El-Ghor, pero la mayor simpat¨ªa va hacia la norteamericana Shirley, oficial mec¨¢nico capaz de desmontar y armar de nuevo un jeep.
El teniente coronel tan Edwardson, del Ej¨¦rcito australiano, ha recibido el duro encargo de servir de enlace entre los jefes de los diversos contingentes. El ¨²nico problema est¨¢ con algunos colombianos y uruguayos, que, desconocen el ingl¨¦s, pero esto no es lo grave; "lo peor", afirma, "es el aburrimiento de nuestra misi¨®n, que se limita a se?alar eventualmente una violaci¨®n de los acuerdos egipcio-israel¨ªes en el Sina¨ª, sin ning¨²n poder de intervenci¨®n".
Los cascos rosados, color elegido para distinguir a los integrantes de la FMO, junto a un emblema compuesto por una paloma y una rama de olivo, disponen de tres tipos de observatorios en las zonas del Sina¨ª donde Egipto est¨¢ autorizado a desplegar una divisi¨®n mecanizada de 22.000 hombres, 4.000 guarda fronteras y varios centenares de polic¨ªas. En la zona D, compuesta por una franja de cinco kil¨®metros de ancho hacia el interior del territorio israel¨ª, la FMO s¨®lo puede enviar a observadores civiles. El n¨²mero total de sus miembros es de 2.500 militares y cien civiles, de los que 1.100 corresponden a las unidades militares norteamericanas establecidas en el sur de la pen¨ªnsula, al otro extremo de El Ghor.
La FMO controla tres tipos de observatorios, ya se trate de puestos de control, observaci¨®n o seguridad. Tarea com¨²n a todos ellos es vigilar una franja de terreno y verificar si ha habido violaci¨®n de los acuerdos de Camp David.
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