Andre Glucksmann cree que el t¨¦rmino 'fil¨®sofo' est¨¢ dejando de ser peyorativo
Publica en Espa?a su libro 'Cinismo y pasi¨®n'
El libro del fil¨®sofo franc¨¦s Andr¨¦ Glucksmann Cinismo y pasi¨®n, ahora editado en Espa?a, fue presentado el pasado lunes en el Instituto Franc¨¦s de Barcelona. La presentaci¨®n consisti¨® en una conferencia del autor. Glucksmann es considerado, junto a Bernard-Henri L¨¦vy, como una de las m¨¢ximas figuras de los llamados nuevos fil¨®sofos, aunque ¨¦l ha rechazado siempre esta calificaci¨®n. El fil¨®sofo franc¨¦s inici¨® su conferencia con una reflexi¨®n sobre el papel actual de la filosof¨ªa, que seg¨²n ¨¦l hab¨ªa que plantearla como pensamiento de los acontecimientos. Dijo que el t¨¦rmino fil¨®sofo era hace diez a?os un t¨¦rmino peyorativo, pero que ¨²ltimamente esto estaba cambiando, al abrirse ¨¦ste fuera de su campo tradicional."El hablar hoy de soci¨®logos-fil¨®sofos, de cineastas-fil¨®sofos o literatos-fil¨®sofos, quiere decir que la filosof¨ªa no est¨¢ encerrada sobre s¨ª misma La filosof¨ªa no ha dicho todav¨ªa su ¨²ltima palabra, aunque para algunos acab¨® en santo Tom¨¢s o Hegel", dijo Glucksmann.
Glucksmann centr¨® luego el discurso sobre la crisis europea, se?al¨® la necesidad de pensar sobre la situaci¨®n actual, los acontecimientos, para resolver el problema de su identidad. Seg¨²n Glucksmann, Europa dej¨® de pensarse a s¨ª misma en la primera guerra mundial, momento en que se derrumb¨®, quedando bajo la doble tutor¨ªa de Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica. "Hoy todav¨ªa se vive con los sentimientos y pasiones de aquella ¨¦poca".
No siendo Europa un imperio, y ante la perspectiva de que ninguna de las dos grandes potencias pueden defendernos, se?al¨® la necesidad de asumir estos hechos e instrumentar una forma de defensa propia. "Para ello, lo primero que se necesita es que Europa vuelva a pensarse, porque Europa no se defender¨¢ si no hay una civilizaci¨®n europea que defender".
Lanzando una mirada sobre los fundamentos de la filosof¨ªa occidental, con la intenci¨®n de descubrir las ilusiones de nuestra ¨¦poca, Glucksmann repas¨® los or¨ªgenes del cinismo en Grecia, a trav¨¦s de Di¨®genes, se?alando que ha sido esa actitud constitutiva del hombre occidental. "Hoy, el cinismo es un componente necesario de nuestro mundo; es la capacidad de ver las contradicciones. El c¨ªnico no debe querer ocultar nada de lo que le concierne". Contrapuso a esto la pasi¨®n presentada como la capacidad de crear, "crear ni?os, instituciones, etc¨¦tera". Aleg¨® que las dos nociones son contradictorias pero complementarias, y que ambas son necesarias en la tarea de pensar sobre los acontecimientos.
Los acontecimientos graves fueron presentados por el fil¨®sofo franc¨¦s con motivo de la toma de identidad de los pueblos. Seg¨²n ¨¦l, los griegos tuvieron conciencia de griegos en la guerra del Peloponeso, contra los persas, y mostr¨® c¨®mo los acontecimientos tienen gran importancia en la medida que convulsionan el pensamiento.
De acuerdo con este razonamiento, dijo que el pensamiento pol¨ªtico de Europa nace dos veces: la primera vez, en Grecia, a partir de la convicci¨®n sobre su capacidad de aniquilar Troya. La segunda, en el siglo XVI, ¨¦poca de grandes guerras civiles y religiosas, siempre a partir de los peores hechos posibles.
Glucksmann reconoci¨® impl¨ªcitamente la agresividad como algo natural y se?al¨® que, a partir de la imposibilidad de entendimiento, las naciones crean sus mecanismos de defensa. Paralelamente, en el plano ¨¦tico, el fil¨®sofo franc¨¦s anunci¨® el sufragio universal y la democracia, los sistemas menos malos, como resultado de una impotencia. "La constataci¨®n de que es imposible hacer siempre el bien en un mundo que no es perfectamente bueno".
A?adi¨® que Europa tiene hoy algo que defender todav¨ªa: sus crisis y sus contradicciones, que, asumidas, pueden mostrar una salida y una nueva forma de vivir.
Al tratar de la situaci¨®n pol¨ªtica del viejo cotinente, el peligro at¨®mico y el tema del desarme, Glucksmann dijo que consideraba rid¨ªculos los movimientos pacifistas que est¨¢n saliendo por todos lados, sobre todo en Alemania, por servir para desmontar la defensa delante del peligro enemigo.
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