?C¨®mo se dice Malvinas en marroqu¨ª?
No soy experto en idiomas, y por eso llamo desde aqu¨ª la atenci¨®n de los lectores, por si alguno, en sus viajes o estudios, ha encontrado la traducci¨®n exacta de la palabra Malvinas a la lengua popular o culta que se habla en el cercano territorio de Marruecos.Viene esto a cuento de la entusiasta acogida que en muchos sectores de la opini¨®n p¨²blica espa?ola ha tenido la ocupaci¨®n militar de las islas Malvinas por el Ej¨¦rcito argentino, que comanda el se?or presidente Galtieri; acogida especialmente ostensible en los medios de la derecha m¨¢s extrema.
Adelanto que a m¨ª no me gusta el empleo de la fuerza en ning¨²n ¨¢mbito, y -l¨®gicamente- tampoco en el internacional, pero que no soy tan c¨¢ndido como para no saber que la raz¨®n de la fuerza es uno de los teoremas m¨¢s usados desde que la humanidad existe. Por tanto, el no rotundo a la violencia est¨¢ matizado por los hechos que acepto (para cambiarlos).
Dec¨ªa que en Espa?a hay un ambiente de identificaci¨®n con la ocupaci¨®n militar argentina de unas islas, y creo que es un ambiente preocupante. Muchas gentes (y el Gobierno aclara poco las ideas a sus conciudadanos) piensan que la recuperaci¨®n de Gibraltar podr¨ªa hacerse por el camino que podr¨ªamos denominar argentino e incluso vituperan al Gobierno y dudan de su hombr¨ªa por no haberlo hecho ya. A m¨ª me parece que podemos coincidir r¨¢pidamente los espa?oles en que las islas Malvinas deben ser argentinas y que Gibraltar debe ser parte de Espa?a, pero ?por la fuerza? Eso es otro cantar. Aqu¨ª hay espa?oles que pensamos que este entusiasmo por el uso de la violencia contra las defensas inglesas de Gibraltar es un disparate.
Seg¨²n los datos del Instituto Estrat¨¦gico de Londres, publicados por la revista Ej¨¦rcito, en Gibraltar, y para su defensa, hay permanentemente un batall¨®n de infanter¨ªa, un destacamento de zapadores, una unidad de observaci¨®n de artiller¨ªa, un destructor y un buque de apoyo.
Aun suponiendo que el camino est¨¦ minado, la cuesti¨®n as¨ª planteada ser¨ªa un paseo militar para la Capitan¨ªa General de Sevilla y su Divisi¨®n Guzm¨¢n el Bueno. (Perm¨ªtaseme un par¨¦ntesis para que sonr¨ªa por la cantidad de secreto que se echa a los temas de defensa aqu¨ª, cuando casi todo lo referente a la potencia de todos los pa¨ªses se vende al p¨²blico en fasc¨ªculos.) Digo, pues, que la operaci¨®n Gibraltar-espa?ol-a-tiros no es militarmente compleja. Pero es que los que la plantean dejan de lado dos temas: que la violencia ah¨ª generar¨ªa una respuesta imprevisible del Reino Unido y de la comunidad occidental y -lo que quiero subrayar- que alguien podr¨ªa traducir esa idea al marroqu¨ª.
Argumentos en marroqu¨ª
?Nadie de esos entusiastas estrategas de caf¨¦ y patriotas de manifestaci¨®n con bocadillo han pensado que sus tesis pueden ser gritadas tambi¨¦n en marroqu¨ª? ?No han pensado que si para nosotros Ceuta y Melilla son espa?olas, para nuestros vecinos del Sur son marroqu¨ªes? ?Se han planteado con seriedad lo que podr¨ªa significar para Espa?a una operaci¨®n Malvinas llevada a cabo por Marruecos? En las Malvinas hab¨ªa un centenar de soldados ingleses, que poco pod¨ªan hacer frente a una invasi¨®n, pero en Ceuta y Melilla hay miles de soldados, con medios y voluntad de lucha, que, sin duda, enfrentados a una agresi¨®n exterior, dejar¨ªan rastros de sangre.
Da escalofr¨ªos comprobar con qu¨¦ frivolidad se deja caer la idea de la violencia para recuperar Gibraltar, sin darse cuenta que alguien puede pensar lo mismo para Ceuta y Melilla. Y no s¨¦ cu¨¢ntos muertos originar¨ªa la toma de Gibraltar, pero, desde luego, la de Ceuta y Melilla, cientos. ?Se puede crear pretendidas ilusiones de soluci¨®n para problemas centenarios simplemente poniendo en paralelo las Malvinas y Gibraltar? Mucho cuidado, porque esa teor¨ªa alguien la puede estar traduciendo a otras lenguas pr¨®ximas. Espa?a no es un pa¨ªs que puede utilizar la violencia para resolver sus contenciosos internacionales, y el hecho de que la torpeza diplom¨¢tica de quienes hoy nos dirigen no hayan sabido -como m¨ªnimo- recuperar Gibraltar al entrar en la OTAN no debe llevamos a concluir que es la hora de hacer de aquel enclave otras Malvinas, porque, metidos en los razonamientos de la fuerza, hay quien puede tambi¨¦n despertarnos una ma?ana con otras Malvinas frente a C¨¢diz y M¨¢laga.
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