Luis Alberto Monge asum¨ªo ayer la presidencia de Costa Rica
La investidura del nuevo presidente de Costa Rica, el socialdem¨®crata Luis Alberto Monge, 56 a?os, se convirti¨® ayer en un acto de solidaridad internacional con la ¨²nica democracia estable de Centroam¨¦rica, sometida actualmente a la mayor crisis econ¨®mica de su historia y aquejada por algunos de los s¨ªntomas de desestabilizaci¨®n frecuentes en el ¨¢rea.
Delegaciones de sesenta pa¨ªses estuvieron presentes en el relevo de poder, celebrado a mediod¨ªa en el estadio Nacional, ante m¨¢s de 20.000 costarricenses, que llenaron los grader¨ªos.Entre los invitados especiales figuraban cuatro presidentes, un miembro de la Junta de Reconstrucci¨®n de Nicaragua, el primer ministro de Belice y seis ministros de Asuntos Exteriores, el de Espa?a entre ellos. Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica estuvieron representados por sus respectivos ministros de Agricultura y Justicia.
La Internacional Socialista envi¨®, por su parte, una importante delegaci¨®n, presidida por uno de sus vicepresidentes, Mario Soares, y su secretario general, Bern Carlsson.
Para la tarde de ayer (madrugada del domingo en Madrid), estaban previstas numerosas reuniones bilaterales y multilaterales, para aprovechar esta inusual concentraci¨®n de pol¨ªticos de todo el mundo.
Luis Alberto Monge iba a reunirse con los presidentes de Colombia, Venezuela y Panam¨¢ y el primer ministro de Belice. Aunque la situaci¨®n centroamericana deb¨ªa ser el eje de la reuni¨®n, la crisis de las Malvinas ha desplazado a un segundo t¨¦rmino este tema, hasta el punto de convertirse en cuesti¨®n casi monogr¨¢fica de las conversaciones.
El mandatario venezolano, Luis Herrera Campins, trat¨® de establecer los primeros contactos para una cumbre latinoamericana, que pretende convocar para pedir a Estados Unidos que rectifique su posici¨®n respecto a la guerra de las Malvinas.
El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, que lleg¨® a San Jos¨¦ procedente de Washington y Nueva York, declar¨® en en el aeropuerto que hab¨ªa apreciado en la Administraci¨®n Reagan una gran preocupaci¨®n por la respuesta latinoamericana a su alineamiento con el Reino Unido. "No creo que esto les haga cambiar su posici¨®n, pero es probable que les haga moderar sus actitudes".
Tras insistir que Espa?a est¨¢ dispuesta a mediar en el conflicto, si se lo piden las partes, enfatiz¨® que nuestro pa¨ªs no env¨ªa asistencia militar a Argentina.
Las primeras declaraciones de los mandatarios latinoamericanos reunidos en San Jos¨¦ son contrarias a la adopci¨®n de medidas contra el Gobierno estadounidense.
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