Los inversores, de nuevo desencantados
Las sesiones de apertura de esta semana representaron un aut¨¦ntico desencanto para los inversores, quienes esperaban bastante m¨¢s de estos primeros compases burs¨¢tiles, a la vista de los cierres, bastante optimistas, que se dieron el pasado viernes.Pero las bolsas, una vez m¨¢s, dieron muestras de su impotencia para salir de la aton¨ªa que les atenaza, y, sin haber resultado unas reuniones catastr¨®ficas, se pudo observar la fr¨¢gil moral de los compradores, ante la estrategia vendedora decidida por algunas instituciones. Estos planteamientos tienen dos puntos comunes claramente perceptibles: no forzar excesivamente las bajas para conseguir mantener los ¨ªndices generales en posiciones superiores al 100%, pero, a la vez, no desperdiciar ninguna de las oportunidades que les procuren para vender, los escasos repuntes compradores que se produzcan.
As¨ª, las reuniones de ayer se movieron sobre cuatro puntos comunes: las fuertes bajas que experiment¨® la cotizaci¨®n de Iberduero en los cuatro mercados, la discreta solidez del resto de las compa?¨ªas el¨¦ctricas, las repeticiones bancarias, entre las que se incrustaban algunas mejoras m¨¢s o menos forzadas, y el olvido de Telef¨®nica como bast¨®n insustituible de los ¨ªndices burs¨¢tiles.
De la distinta forma en que se conjugaron estas variables, dependieron en gran medida las posiciones que se?alaban al cierre los indicadores intersectoriales.
El primero de estos puntos, es decir, las importantes bajas que reflejaba Iberduero, y que se concretaban en 2,75 en Madrid, 2,5 en Barcelona, cuatro en Bilbao y tres puntos en Valencia, tuvo el efecto de un jarro de agua fr¨ªa sobre las espectativas de los m¨¢s optimistas. La paralizaci¨®n de efacto de las obras en construcci¨®n de la central nuclear de Lem¨®niz y las profundas reservas de los t¨¦cnicos que trabajan en la misma a reincorporarse a sus puesto, junto con la indefinici¨®n que a¨²n persiste sobre el futuro de la central, y, con ello, de la salud financiera de la compa?¨ªa, jugaron un importante papel en las decisiones de los especialistas m¨¢s cualificados. Estos decidieron correr los menores riesgos posibles y ofrecieron abundantes partidas vendedoras que encontraron casi siempre dificultades para su colocaci¨®n. En el mercado madrile?o al cambio de 63% consiguieron encontrar una cierta disposici¨®n compradora, que result¨® suficiente para frenar esta importante baja, aunque los precios en Bilbao hab¨ªan quedado por debajo.
El resto del sector el¨¦ctrico est¨¢ bien favorablemente afectado por una discreta corriente compradora, cuyo origen seg¨²n decir de los entendidos, se sit¨²a en algunas compras cautelares que est¨¢n realizando diversas compa?¨ªas de inversi¨®n para prevenir el que los certificados de regulaci¨®n monetaria (CRM) no sean aceptados como v¨¢lidos para los coeficientes de inversi¨®n de estas sociedades. Al parecer, las autoridades responsables a¨²n no se han pronunciado al respecto y existe el temor de que no sea posible sustituir las inversiones en los antiguos certificados de deposito y bonos del tesoro, por estos nuevos CRM.
Para la reuni¨®n de esta ma?ana no se esperan grandes cambios, aunque algunos especialistas opinan que la racha negativa podr¨ªa acentuarse ligeramente. La emisi¨®n de 40.000 millones de pesetas en deuda p¨²blica a largo plazo de pr¨®xima aparici¨®n parece pesar con fuerza en el ¨¢nimo de los inversores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.