Silencio en Mosc¨², pero con matices proargentinos

El Kremlim ha acogido en silencio la entrada de los brit¨¢nicos en las islas Malvinas. Los medios de comunicaci¨®n han ofrecido la noticia, pero -como viene siendo norma desde el inicio de este conflicto- de modo oficial no se ha emitido ning¨²n comentario.No obstante, durante el d¨ªa de ayer, la agencia oficial Tass segu¨ªa difundiendo informaciones con matices beneficiosos para Buenos Aires. Tass acusaba al Gobierno de Londres de no seguir los consejos de Naciones Unidas y suger¨ªa que Washington trata de derrocar al r¨¦gimen argentino, animando para ello a c¨ªrculos militares y de la oposici¨®n.

En Mosc¨² no se espera ninguna toma de postura oficial sobre los ¨²ltimos acontecimientos ocurridos en las islas Malvinas. Se cree que el Kremlim mantendr¨¢ su distancia aparente respecto al problema, aunque leyendo entre las l¨ªneas de los peri¨®dicos, se pueda entender que se encuentra apoyando a Buenos Aires desde que hace casi cincuenta d¨ªas estallara el conflicto -y, especialmente, desde que Estados Unidos opt¨® por respaldar al Reino Unido- algunos observadores occidentales en Mosc¨² coincidieron en afirmar que la URSS saldr¨ªa beneficiada fuera cual fuera el desenlace de la crisis, m¨¢s a¨²n si se mantiene completamente al margen.

Antes de que los argentinos izaran su bandera en las Malvinas, Buenos Aires y Mosc¨² estaban unidos por unos pr¨®speros lazos comerciales. Desde entonces, adem¨¢s, se han ido limitando las posibles causas de roces pol¨ªticos: las diferencias sobre los problemas de Centroam¨¦rica parecen olvidadas y se pronostica que, en el futuro, Argentina ir¨¢ acerc¨¢ndose m¨¢s a¨²n a la URSS, que se encontrar¨ªa as¨ª, casi sin querer, con un aliado en el cono sur. Mosc¨² ha hecho hincapi¨¦ durante toda la crisis en la ayuda prestada por Estados Unidos al Reino Unido.